Durante 2024, los alquileres en el Gran Buenos Aires (GBA) experimentaron importantes incrementos, aunque en promedio quedaron por debajo de la inflación anual, que fue del 113%.
En el GBA Oeste-Sur, los precios de alquiler aumentaron un 87,5% a lo largo del año. Para noviembre, alquilar un departamento de dos ambientes costaba en promedio $390.172 mensuales, mientras que uno de tres ambientes alcanzaba los $515.376. Los barrios más costosos en esta zona fueron Canning, Santos Lugares y Ezeiza, con valores que oscilaron entre $456.097 y $515.528. Por el contrario, las opciones más económicas se encontraron en Gregorio de Laferrere, Merlo y Villa Tesei, con precios que iban de $265.467 a $319.987.
Comparativamente, alquilar en GBA Oeste-Sur resultó un 23% más barato que en GBA Norte y un 28% más accesible que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
En el GBA Norte, los alquileres subieron un 75,6% durante el año. En noviembre, un departamento de dos ambientes tenía un precio promedio de $508.918 mensuales, mientras que uno de tres ambientes alcanzaba los $713.202. Los barrios más caros fueron Olivos, La Lucila y Nordelta, con precios que oscilaron entre $596.219 y $609.333. En el otro extremo, los barrios más accesibles fueron José León Suárez, San Andrés y Villa Ballester, donde los alquileres rondaron entre $377.841 y $427.877.
En términos de rentabilidad inmobiliaria, GBA Oeste-Sur mostró un rendimiento anual del 5,54% en la relación alquiler/precio, lo que implica que se necesitan 18 años de renta para recuperar la inversión en la compra de una propiedad, un 37% menos que en 2023. En GBA Norte, esta relación fue del 4,71%, con un plazo estimado de 21,2 años para recuperar la inversión, un 26% menos que el año anterior.
En el mercado de compra-venta, los precios de las propiedades en el GBA Oeste-Sur se mantuvieron estables desde agosto, con un valor promedio del metro cuadrado de USD 1.605. Durante 2024, estos precios registraron un leve aumento del 0,6%, significativamente menor a la inflación medida en dólares, que fue del 84,3%. Este comportamiento favoreció la rentabilidad y la accesibilidad para los inversores interesados en la región.