El cuidado responsable de los felinos domésticos incluye la prevención de enfermedades virales que pueden afectar gravemente su salud. Entre las más preocupantes se encuentran la inmunodeficiencia felina (VIF), la leucemia felina (VILEF) y la peritonitis infecciosa felina (PIF). Si bien estas afecciones no representan riesgo alguno para los humanos, son altamente contagiosas entre gatos y, en algunos casos, pueden resultar devastadoras.
El veterinario Alexis Jaliquias, especialista en felinos, compartió en Data Animal claves para entender estas enfermedades, sus síntomas y las estrategias de prevención más efectivas.
VIF: El “sida felino”
El VIF es una enfermedad viral crónica que debilita el sistema inmune del gato. Jaliquias destacó la importancia de desmitificar esta condición:
“Mal llamado sida felino, el VIF no se transmite a humanos y tampoco debe asociarse con tabúes sociales. Es una enfermedad exclusivamente felina y, aunque no suele ser letal en el corto plazo, puede debilitar al animal con el tiempo.”
VILEF: La leucemia felina
El VILEF, por su parte, es considerado una de las afecciones más graves. Según Jaliquias:
“Es el ‘gran cuco’ de las enfermedades virales felinas. Ataca principalmente a gatos jóvenes y, lamentablemente, reduce significativamente su esperanza de vida. Aunque es prevenible mediante vacunación, en muchos casos la falta de información lleva a un diagnóstico tardío.”
Esta enfermedad se transmite fácilmente a través de la saliva, por lo que el contacto casual con otros gatos infectados representa un alto riesgo.
PIF: La peritonitis infecciosa felina
El PIF, causado por un coronavirus diferente al del COVID-19, generó confusión durante la pandemia, llevando incluso al abandono de algunos gatos. Aunque antes era considerada incurable, hoy existen tratamientos que mejoran el pronóstico.
¿Cuáles son los síntomas comunes?
Las tres enfermedades comparten signos inespecíficos que pueden alertar a los dueños:
- Fiebre persistente
- Anemia
- Pérdida de peso
- Decaimiento y falta de apetito
Ante cualquiera de estos síntomas, se recomienda una consulta inmediata con el veterinario.
¿Cómo prevenir el contagio?
La prevención es clave para proteger la salud de los gatos:
- Vacunación: Especialmente contra el VILEF y la rabia, esta última obligatoria incluso en gatos que viven en interiores.
- Pruebas diagnósticas: Antes de adoptar un gato de la calle, realizar estudios para detectar enfermedades virales es esencial, particularmente si ya hay otros felinos en casa.
- Control de acceso al exterior: Mantener a los gatos en interiores y evitar que interactúen con animales desconocidos.
El experto enfatizó la importancia de actuar con responsabilidad al incorporar un nuevo gato al hogar:
“Adoptar es un acto de amor, pero debe hacerse con cuidado. Los exámenes previos y la cuarentena inicial pueden evitar el contagio de enfermedades al resto de la familia felina.”
Vacuna contra la rabia: una protección indispensable
Aunque muchos asocian la rabia solo con los perros, los gatos también pueden contraerla si entran en contacto con animales infectados, como murciélagos. La vacunación anual protege no solo al felino, sino también a las personas con las que convive.
Jaliquias advirtió sobre los problemas que pueden surgir si no se toma esta precaución:
“Un murciélago puede entrar a tu casa y generar una situación compleja. Vacunar a tu gato es evitar denuncias, pesquisas y, sobre todo, el sufrimiento innecesario del animal.”
En definitiva, el conocimiento, la prevención y los cuidados veterinarios son las herramientas más poderosas para proteger a los gatos de estas enfermedades virales. Con un enfoque responsable, es posible garantizar una vida larga y saludable para estos queridos compañeros.
(Infobae // Data Animal)