A pocos días de cumplirse diez años de la muerte del fiscal Natalio Alberto Nisman, un informe presentado por la Fiscalía Federal N°3, encabezada por Eduardo Taiano, ha ratificado que el exfuncionario judicial fue asesinado debido a su trabajo en la investigación sobre el atentado a la AMIA. El documento, que se centra en los avances de la causa, revela graves irregularidades en la investigación y señala la falta de colaboración de organismos vinculados a los servicios de inteligencia y áreas del gobierno kirchnerista.
El vínculo entre la muerte de Nisman y la denuncia sobre Irán
El informe de 52 páginas reafirma la hipótesis de que el homicidio de Nisman está relacionado con su denuncia sobre el Memorándum de Entendimiento con Irán, que se proponía encubrir a los responsables del ataque a la AMIA. Según el fiscal Taiano, la denuncia comprometía a altos funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner, lo que habría motivado el asesinato del fiscal con el fin de silenciarlo.
“Se encuentran en curso medidas para determinar la identidad de los responsables materiales e intelectuales del homicidio”, subraya el informe.
Irregularidades en la escena del crimen
El informe pone en evidencia una serie de irregularidades durante la investigación del 18 de enero de 2015, cuando Nisman fue encontrado muerto en su departamento de Puerto Madero. En los primeros momentos de la investigación, más de 80 personas ingresaron a la escena del crimen, lo que comprometió la preservación de las pruebas.
El informe destaca que se corroboró la participación de terceras personas en el crimen, quienes habrían reducido a Nisman antes de trasladarlo al baño y dispararle en la cabeza para simular un suicidio. La utilización de un arma registrada a nombre de Diego Ángel Lagomarsino, colaborador de Nisman, refuerza la teoría del “arma amiga”.
La falta de colaboración y las sospechas de encubrimiento
Uno de los aspectos más preocupantes revelados por el informe es la falta de colaboración de algunos organismos relevantes vinculados a los servicios de inteligencia y áreas del gobierno, que dificultaron el avance de la investigación. En varios casos, pedidos de acceso a documentos clave fueron ignorados o demorados, lo que incrementó las sospechas de un posible encubrimiento.
El informe también denuncia que algunos informes entregados por estos organismos fueron incompletos o contenían información irrelevante, lo que alimentó aún más las suspicacias sobre la intención de ocultar elementos clave para esclarecer el caso.
Nuevas imputaciones y desclasificación de documentos
En sus conclusiones, el informe señala que se están impulsando nuevas imputaciones contra sospechosos vinculados al homicidio de Nisman. Si bien no se han dado nombres específicos, se hace hincapié en la necesidad de esclarecer el rol de ciertos actores relacionados con los servicios de inteligencia, quienes podrían haber tenido participación en el crimen.
El fiscal Taiano también solicitó la desclasificación de documentos de inteligencia que podrían arrojar luz sobre los vínculos entre organismos nacionales e internacionales involucrados en el encubrimiento del atentado a la AMIA y, por ende, en la posterior muerte de Nisman.
Un caso que sigue abierto
A pocos días del décimo aniversario de la muerte de Nisman, la causa sigue abierta. Desde 2016, cuando la investigación pasó al fuero federal, la Fiscalía a cargo de Taiano ha trabajado en la recopilación de pruebas que refuerzan la teoría del homicidio. La muerte de Nisman continúa siendo uno de los casos más controvertidos y complejos de la historia reciente del país, con nuevas revelaciones que podrían acercarnos a esclarecer las circunstancias que rodearon su trágico final.