El presidente Javier Milei ha manifestado en reiteradas oportunidades su postura crítica hacia los organismos internacionales, a los que considera estructuras que buscan imponer directrices globales que limitan la soberanía nacional. En línea con esta visión, el mandatario ya dio el primer paso al anunciar la salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ahora evalúa nuevos retiros.
Siguiendo los pasos del expresidente estadounidense Donald Trump, la administración de Milei decidió desligarse de la OMS, argumentando que el organismo no cumple con los principios de transparencia y eficiencia que considera fundamentales. Pero este no sería el único foro del que Argentina podría apartarse en el corto plazo.
Durante una reciente entrevista con el diario francés Le Point, el jefe de Estado confirmó que su gobierno está considerando retirarse del Acuerdo de París, tratado internacional que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar el cambio climático. Según el mandatario, la agenda ambientalista es “un verdadero fraude” y no se condice con los objetivos económicos y productivos que su administración busca impulsar.
A su vez, en las últimas horas trascendió que el Gobierno evalúa también la posibilidad de abandonar el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La decisión surge luego de que Argentina no enviara representación a la última sesión en la que se abordaron denuncias de violaciones a los derechos humanos en la República Democrática del Congo. Este accionar siguió la misma línea adoptada por Estados Unidos, que tampoco participó de la reunión.
Milei ha expresado en diversas ocasiones su desconfianza hacia la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros foros multilaterales. En su discurso en el Foro de Davos, el mandatario cuestionó la evolución del organismo y afirmó que “se alejó de sus principios fundacionales” al querer “construir un gobierno supranacional”. “No puede ser que un grupo reducido de burócratas pretenda manejar la vida de miles de millones de personas”, enfatizó.
La Organización de Estados Americanos (OEA) también ha sido blanco de críticas del Presidente. En agosto pasado, Milei cuestionó la postura del organismo por no condenar el proceso electoral en Venezuela, al que califica de fraudulento. En ese contexto, denunció que el foro está influenciado por intereses políticos y aseguró que sus detractores “son cómplices del avance del socialismo” en la región.
Otro bloque regional que genera controversia dentro del gobierno libertario es el Mercosur. Desde su asunción, Milei ha expresado su intención de flexibilizar las reglas del bloque para permitir acuerdos bilaterales sin la necesidad de consensos regionales. En julio de 2024, el mandatario argentino se ausentó de la cumbre del Mercosur en Paraguay, aunque sí participó en la siguiente reunión en Uruguay, donde Argentina asumió la presidencia pro tempore del grupo. Durante ese encuentro, el jefe de Estado criticó el rumbo del bloque y aseguró que “terminó convirtiéndose en una prisión que impide a sus países miembros aprovechar su potencial exportador”.
A pesar de estas diferencias, la actual administración no tiene previsto un retiro inmediato del Mercosur y, por el contrario, continúa impulsando la firma de un acuerdo comercial con la Unión Europea.
Por otro lado, Milei ha mostrado una postura más favorable hacia foros como el Grupo de los 20 (G20) y el Grupo de los 7 (G7). En este último caso, el mandatario aceptó la invitación de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, para participar en la última cumbre del G7 en Italia. Además, el presidente argentino busca promover la creación de una “Liga de Naciones Conservadoras”, integrada por países gobernados por líderes de derecha afines a su ideología, como Estados Unidos, Israel, Bulgaria y El Salvador.
Las decisiones del gobierno de Milei en materia de política exterior han generado intensos debates tanto a nivel nacional como internacional. Mientras algunos sectores celebran la defensa de la soberanía y la reducción de compromisos con organismos que consideran burocráticos, otros advierten sobre los riesgos de un aislamiento en el escenario global. Resta ver qué pasos dará el Ejecutivo en esta dirección y cuáles serán las consecuencias de sus movimientos en la arena internacional.
