Nueva era en inmunoterapia: desarrollan moléculas que activan las defensas del cuerpo directamente dentro de los tumores

Aunque se trata de estudios preclínicos, los resultados fueron publicados en la revista Cell y podrían marcar el inicio de una nueva generación de tratamientos oncológicos.


Cómo funciona este nuevo enfoque

La inmunoterapia actual se basa en estimular las defensas naturales del organismo para atacar las células cancerosas. Sin embargo, muchos tumores logran evadir ese ataque utilizando su propio microambiente para “adormecer” al sistema inmunitario.

El estudio se centró en un tipo de células clave: los macrófagos, que normalmente protegen al cuerpo, pero que dentro del tumor pueden cambiar de rol y favorecer el crecimiento del cáncer. Los investigadores descubrieron que un grupo específico de estos macrófagos expresa un receptor llamado TREM2, asociado a peores respuestas al tratamiento.

La idea fue reeducar a esos macrófagos, no eliminarlos. Para eso, el equipo diseñó moléculas biológicas llamadas MiTEs (inmunocitocinas dirigidas a mieloides y potenciadores de células NK/T). Estas moléculas cumplen dos funciones a la vez:

  1. Bloquean a los macrófagos que ayudan al tumor.
  2. Activan otras células del sistema inmune —como las células citotóxicas— para que ataquen el cáncer.

Activación solo donde hace falta

El mayor desafío de la inmunoterapia es evitar una activación excesiva del sistema inmunitario en todo el cuerpo, lo que puede generar daños graves. Para resolverlo, los científicos crearon un mecanismo innovador:

  • Las moléculas MiTE llevan “máscaras moleculares” que mantienen inactiva a la citocina IL-2, encargada de la activación inmunitaria.
  • Esa máscara se desprende únicamente dentro del tumor, gracias a enzimas presentes solo en ese ambiente.

Es decir: el sistema se “enciende” solo donde debe actuar.


Lo que mostró la evidencia

Usando técnicas avanzadas como la transcriptómica espacial —que permite ver qué genes se activan en cada zona del tejido tumoral—, los investigadores mapearon más de 13,8 millones de células de 5.400 pacientes. Así identificaron con precisión dónde estaban los macrófagos con TREM2 y cómo interactuaban con las células inmunitarias agotadas.

En estudios con animales y muestras humanas:

  • Los MiTE redujeron el tamaño de los tumores.
  • Energizaron a las células encargadas de atacar el cáncer.
  • Reprogramaron el microambiente tumoral sin dañar tejidos sanos.
  • Mostraron sinergia con tratamientos ya existentes, como inhibidores de puntos de control.

Una plataforma aplicable a muchos cánceres

A diferencia de otras terapias dirigidas, este enfoque no depende de un solo tipo de tumor. Al actuar sobre mecanismos inmunitarios comunes, los MiTE podrían aplicarse a un amplio espectro de cánceres.

“El futuro de la inmunoterapia está en combinar seguridad y precisión, reprogramando el ecosistema inmune desde adentro”, explica el profesor Ido Amit, líder del proyecto.

Si los próximos estudios confirman su seguridad en humanos, los MiTE podrían convertirse en una herramienta clave para pacientes que no responden a los tratamientos actuales o que recaen después de una respuesta inicial.

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