En un contexto donde la obesidad ya es una urgencia sanitaria a nivel nacional, llegó a las farmacias argentinas la primera semaglutida producida en el país. Se trata de un desarrollo local que promete ampliar de manera sustancial el acceso a uno de los tratamientos más efectivos y validados en el mundo para el manejo del peso y la mejora metabólica.
La obesidad y el sobrepeso afectan a más del 60% de la población adulta argentina, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo. El dato más alarmante: la prevalencia de obesidad creció un 74% entre 2005 y 2018. En este escenario, cualquier avance que facilite tratamientos eficaces es considerado por especialistas como una herramienta clave de salud pública.
Qué es la semaglutida y cómo actúa
La semaglutida es un medicamento que imita la acción del GLP-1, una hormona que regula la saciedad, el apetito, los niveles de glucosa y la función digestiva. Originalmente fue desarrollada para la diabetes tipo 2 (el conocido Ozempic), pero luego ganó aprobación mundial para el tratamiento de la obesidad bajo la marca Wegovy.
El nuevo producto argentino, bautizado Obetide y desarrollado por el laboratorio Elea, utiliza el mismo principio activo e incorpora una serie de presentaciones que van de 0,25 a 2,4 mg. Se aplica una vez por semana mediante una jeringa prellenada apta para autoadministración, y está indicada para:
- Personas con obesidad (IMC ≥ 30)
- Personas con sobrepeso (IMC ≥ 27) con factores de riesgo como hipertensión, dislipidemia o enfermedad cardiovascular
- Pacientes desde los 12 años
Un tratamiento hasta 70% más accesible
Desde el laboratorio aseguran que la versión nacional tendrá un costo aproximadamente 70% inferior al del medicamento importado. Según Matías Deprati, director de Asuntos Médicos de Elea, el objetivo es “democratizar el acceso a una terapia validada en el mundo y recomendada por guías clínicas internacionales”.
Actualmente, los tratamientos con semaglutida importada quedan fuera del alcance económico de un gran porcentaje de pacientes. El ingreso de una opción local podría modificar este escenario en el corto plazo.
Resultados clínicos: pérdida de peso y beneficios cardiovasculares
Los estudios internacionales STEP demostraron descensos de peso superiores al 18% en algunos casos, algo solo comparable —hasta ahora— con la cirugía bariátrica.
Además, la molécula demostró:
- Reducción del riesgo de muerte cardiovascular
- Disminución de infartos y ACV
- Mejora del control glucémico
- Optimización del perfil lipídico
- Beneficios sobre el hígado graso
- Menor dolor articular y mejor movilidad
Incluso, el estudio SELECT —con más de 17.000 participantes— confirmó una reducción del 20% en eventos cardiovasculares en pacientes tratados con semaglutida.
Un tratamiento eficaz, pero no mágico
Especialistas en nutrición y metabolismo remarcan que se trata de una herramienta científica, no de una solución rápida. Su uso debe formar parte de un plan integral que incluya alimentación adecuada, actividad física y controles periódicos.
También aclaran que la obesidad es una enfermedad crónica. Al suspender el medicamento, puede haber recuperación parcial del peso, por lo que la supervisión médica es clave para evitar recaídas.
Un cambio de paradigma en Argentina
Para la comunidad médica, el lanzamiento nacional de la semaglutida marca un avance histórico. Según Elea, el número de personas en tratamiento con GLP-1 en Argentina creció de 30.000 a 130.000 usuarios mensuales en el último año gracias a ajustes de precio en versiones locales para diabetes.
Si se repite ese fenómeno con la nueva presentación para obesidad, el impacto sanitario podría ser significativo.
Con la llegada de Obetide, el país incorpora una herramienta clínica que ya transformó el abordaje de la obesidad a escala mundial, ahora disponible a un costo más accesible para miles de argentinos que antes no podían acceder.

