La llama olímpica definitivamente partió con destino a Francia, el país anfitrión de los Juegos Olímpicos de “París 2024” a bordo del Belem, el velero de tres mástiles más antiguo de Europa. Por Gastón Páez Vilaró.
Luego de once días de un emblemático recorrido por lugares históricos del archipiélago griego y enclaves arqueológicos del país a lo largo de 5000 km y portada por 600 relevistas, la llama olímpica, finalmente, partió rumbo a Francia desde el puerto ateniense del Pireo a bordo del Belem, el velero histórico más antiguo de toda Europa.
Tras haber permanecido los dispositivos del fuego olímpico durante la noche del viernes 26 en resguardo en las dependencias de la Embajada de Francia en Atenas, se procedió a cumplir con los protocolos previstos para su embarque.
Recordamos que, como parte de la organización previa a estos juegos, el viernes 26 se llevó a cabo en el estadio Panathinaiko el acto de traspaso del fuego en el marco de una imponente ceremonia en la que, formalmente, el Comité Olímpico Helénico hizo entrega del emblemático símbolo a las autoridades del Comité Organizador de Francia 2024. Este acto estuvo a cargo de Spyros Kapralos, Presidente del Comité Olímpico Helénico y Tony Estanguet, Presidente del Comité Organizador del París 2024, triple campeón olímpico.
Cabe acotar que el Belem es un velero francés de tres mástiles que hace 40 años fue designado monumento histórico y su inserción en el protocolo para el traslado de la llama Olímpica encierra especial significado ya que, en 1896, cuando se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna en Grecia, a unos 2.000 kilómetros de distancia nacía el Belem, en territorio francés. Más de un siglo después, paradójicamente, sus caminos convergen y se vuelven a unir nuevamente.
Asimismo, desde otro ángulo, la elección de este velero histórico como tesoro marítimo francés añade una dimensión cultural y patrimonial a este acontecimiento del traslado de este poderoso símbolo olímpico. Navegando por las aguas del Mediterráneo, el Belem simboliza el vínculo entre pasado, presente y futuro, encarnando de esta manera los valores de perseverancia y determinación que también se destacan en cada edición de los Juegos Olímpicos.
Por otra parte, que el fuego olímpico sea recibido en la ciudad de Marsella, añade un interesante capítulo a la historia común entre Grecia y Francia pues hace unos 2600 años, alrededor del año 600 a.C., esta comunidad ubicada en el sur del territorio galo fue fundada por colonos griegos de Focea.
Sin lugar a dudas, la llegada de una nueva edición de los Juegos Olímpicos conlleva un hito en el calendario internacional, y la recepción del fuego en el marco de unos Juegos Olímpicos para el país organizador se convierte en un acontecimiento de significativa trascendencia para la comunidad anfitriona, motivo por el cual se prevé que el próximo 8 de mayo en el Puerto Viejo de Marsella acompañen la bienvenida del Fuego Olímpico más de mil embarcaciones y asistan unos 150.000 espectadores. Varias animaciones en tierra y mar están previstas a lo largo de toda la jornada de bienvenida.
El relevo de la antorcha en territorio francés
El relevo de la llama es todo un acontecimiento que precede a la inauguración de los Juegos Olímpicos, y este hito tendrá su epicentro a la ciudad más antigua del país galo, Marcella, que acogerá las competiciones olímpicas de vela.
El Belem arribara el miércoles 8 de mayo al antiguo puerto de esa ciudad portando el fuego de Olimpia. A partir del día siguiente, la antorcha iniciará su recorrido por relevos durante dos meses en territorio francés, conectándose con las comunidades locales y generando emoción en los meses previos a la Justa Olímpica, en un recorrido que incluirá lugares tan emblemáticos como la basílica de Notre-Dame de la Garde o el estadio de fútbol Vélodrome y lugares excepcionales e icónicos como Carcasona, las cuevas de Lascaux, el Monte Saint-Michel y Versalles, que han contribuido a la historia de este gran país.
Asimismo, el paso de la llama recorrerá las Antillas y la Polinesia francesa, hasta su arribo a la ciudad de París el 26 de julio, día de la ceremonia de apertura de Juegos de la XXXIII Olimpiada, los que se extenderán hasta el 11 de agosto y, posteriormente, desde el 28 de agosto al 8 de septiembre los Juegos Paralímpicos “Paris 2024”, en el marco de un contexto internacional marcado por serios conflictos en Ucrania y en Oriente.
Ceremonia del traspaso del Fuego Olímpico
Tal como se había programado, el viernes 26 de abril a las 17:30 se llevó a cabo el traspaso del fuego olímpico. En el Estadio Panahinaiko de Atenas se llevó a cabo la ceremonia de entrega de la Llama Olímpica a las autoridades del Comité Organizador de los Juegos de la XXXIII Olimpiada.,
En el histórico estadio que acogió los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna en 1896, el presidente del Comité Olímpico Griego, Spyros Capralos, entregó la antorcha a Tony Estanguet, presidente del Comité de Organización de los Juegos de París. Entre las autoridades, estuvieron presentes la ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, y el alcalde adjunto de París, Pierre Rabadan, junto a autoridades civiles y militares.
Dos campeonas francesas, la patinadora Gabriella Papadakis, medalla de oro en los Juegos de Pekín 2022, y la ex nadadora paralímpica Béatrice Hess, fueron elegidas para llevar la llama en el estadio Panathinaiko. Además, también participaron de los últimos relevos dos atletas griegos: el especialista en marcha y doble campeón de Europa Antigoni Ntrismpioti, y el capitán del equipo griego de waterpolo, Ioannis Fountoulis, medalla de plata en los Juegos de Tokio 2021, quien procedió a encender el pebetero, poniendo punto final a los relevos en Grecia y dando inicio formal a la ceremonia de traspaso.
Asimismo, la reconocida cantante griega Nana Mouskouri formó parte de esta significativa ceremonia, al interpretar los himnos de Francia y Grecia.
Recordamos que la Ceremonia de encendido oficial se llevó a cabo el martes 16 en las ruinas del lugar de nacimiento de la justa -Olimpia-, y recorrió Grecia en manos de una serie de deportistas olímpicos y paralímpicos.
Como nota de color, dentro del recorrido final de los relevos por el archipiélago helénico y previo a dar inicio a la entrega del Fuego Olímpico, uno de los portadores encendió un pebetero recordatorio frente al Partenón, un templo de 2.500 años de antigüedad enclavado en la ciudadela que domina el paisaje de Atenas, parte del atractivo del Fuego de Olimpia edición 2024.
Gastón Paez Vilaró. Ceremonial olímpico.