El dirigente social fue insultado por varias personas en el aeropuerto de Ezeiza al regresar de su visita al Papa Francisco.
El dirigente social Juan Grabois protagonizó un escandaloso momento en el aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde fue insultado y abucheado por un grupo de personas. Grabois regresaba de su viaje a Roma, Italia, donde participó de un evento junto al Papa Francisco. El momento fue viralizado en redes sociales, donde se ve cómo la gente comenzó a lanzarle cuestionamientos a Grabois tildándolo de “chorro”, a lo que el abogado y militante popular respondía, a los gritos, “¿A quién le robé señora, a quién?”. De fondo se escucharon otras voces que replicaban “a los pobres”.
La tensión comenzó en la terminal de arribos y se trasladó luego al estacionamiento, donde algunas preguntas increparon a Grabois gritándole “Andá a trabajar”: “Andá a trabajar vos, yo vergüenza no tengo”, replicó el ex candidato a presidente. “A vos no te votó nadie, le fuiste a mentir al Papa, no le contaste la verdad de nada”, le recriminaron al dirigente social.
El Personal de la Policía Aeroportuaria de Seguridad (PSA) intervino y se interpuso entre Grabois y las personas que lo agredían, intentando contener la situación para que no pasara a la violencia física. Más tarde, Grabois se manifestó a través de sus redes sociales, donde declaró: “Sigan intentando, nunca me van a correr de ningún aeropuerto, nunca me van a callar, nosotros no nos rendimos nunca”.
Grabois había ido a participar de una actividad convocada por el Papa Francisco en el Vaticano. En dicho evento, la semana pasada, el Sumo Pontífice había lanzado duras declaraciones sobre la situación argentina, donde cuestionó al gobierno de Javier Milei por la situación social y, concretamente, por la aplicación del protocolo antipiquetes y el uso del gas pimienta en una manifestación realizada en contra del veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria.
“Me hicieron ver un filmado de una represión de hace una semana, menos quizás. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle y la Policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad. No tenían derecho a reclamar lo suyo porque eran revoltosos, comunistas… y el Gobierno se puso firme: en vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta. Les convenía. Ténganlo en cuenta”, había dicho el jefe de la Iglesia Católica.
La defensa
Más tarde, el abogado adelantó un descargo más extenso que publicará para responder las acusaciones de “chorro” y ladrón: “Los fascistas siempre tuvieron la misma estrategia. Agreden a uno entre muchos para atemorizar a todos. Los gorilas son iguales. Es un triste y cobarde estilo de vida”.
“Esta es la versión civil de policía gaseando a una niña o garroteando a un jubilado. El problema es cuando nos dejamos amedrentar, nos callamos, no defendemos al compañero. Así se envalentonan y creen que pueden hacer cualquier cosa. Gasear, garrotear, linchar… Creen que, porque tienen plata o poder pueden agredir a los demás, insultarlos, lastimarlos”, amplió en declaraciones.
“Yo no robé, no abusé de ningún privilegio, no le pegué a un jubilado, no le saqué el pan a un niño, no traicioné mis convicciones ni a mis compatriotas ¿Me tengo que dejar correr? ¿Tengo que bajar la cabeza e irme? ¿Tengo que dejar de ir al supermercado o a tomar un café? De ninguna manera… Están buscando eso”, “tengo sangre, me enojo, es cierto… pero no es sólo calentura”.
Luego agregó: “Estoy convencido de que la peor estrategia es dejarse amedrentar. No hay que dejar que amedrenten a otros. Hay que bancar los trapos, siempre”, agregó el dirigente social, molesto por el hecho que debió vivir. “Es lo que pienso. No sé si “garpa”, pero soy así. Perdón si ofendí a alguien injustamente. Gracias a todos los que me transmitieron su apoyo. Nos vemos en la lucha”, finalizó.
(BorderPeriodismo)