Ocurrió esta mañana en pleno corazón de Belén de Escobar. Debieron llamar a una ambulancia.
Un descuido terminó mal. Es que una señora tropezó ante una importante rotura en la vereda, lo que derivó en un golpazo y posterior derivación al Hospital Erill, ubicado a unas cuadras de allí.
Las veredas rotas son algo habitual en el centro escobarense. En este caso, en Tapia de Cruz 481, entre el Colegio Santa María y Efectivo Sí.
Si bien la víctima tuvo golpes menores, podría haber resultado peor, teniendo en cuenta el flujo importante de transeúntes por la zona, especialmente de jubilados que acuden a la financiera. “Muchas veredas están rotas, a veces ni siquiera están señalizadas”, comentó una mujer que auxilió a la golpeada. “Dejan las obras a medio hacer. En otros casos solo está roto porque no hay mantenimiento”, añadió, mientras la mujer golpeada esperaba la llegada de la ambulancia.