La situación se registra en la Escuela Juan Vucetich sede La Matanza, donde denuncian que hay 50 cadetes con sarna y gastroenteritis por la mala alimentación.
La Escuela de Policía Juan Vucetich, ubicada en La Matanza, enfrenta una crisis sanitaria que ha puesto en riesgo la salud de sus cadetes. Según denuncias de familiares, alrededor de 50 aspirantes a la fuerza de seguridad provincial padecen sarna, una enfermedad cutánea causada por ácaros que provoca una intensa picazón y, en algunos casos, infecciones secundarias si no se recibe el tratamiento adecuado. Sumado a esto, se reportaron casos de gastroenteritis que reflejan problemas en la calidad de los alimentos.
El brote de sarna y las infecciones gastrointestinales desatan una ola de reclamos de familiares, que exigen mejoras urgentes en las condiciones de vida y sanitarias de los cadetes. Los síntomas y diagnósticos de los afectados han expuesto la precariedad en el mantenimiento de los dormitorios y la falta de protocolos de higiene para prevenir.
La Escuela Juan Vucetich es uno de los principales centros de formación de futuros policías en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, el brote de sarna y los episodios de gastroenteritis plantean serias dudas sobre la preparación y el compromiso de la institución para garantizar las condiciones mínimas de salud de sus estudiantes.
Por otro lado, desde la escuela, informaron que el personal administrativo y sanitario no cuenta con recursos suficientes para afrontar la situación. La falta de profesionales médicos y las limitaciones en los suministros de medicamentos y tratamientos dificultan la atención adecuada de los afectados, quienes han manifestado que la atención médica se limita a consejos de higiene y uso de cremas básicas. Esto ha despertado preocupación entre familiares y especialistas, quienes advierten que la sarna y las infecciones gastrointestinales pueden agravarse.
Precario
La problemática en la Escuela Juan Vucetich no es un caso aislado dentro de las fuerzas de seguridad provinciales. Hace pocos días, cuatro oficiales del cuerpo de caballería fallecieron y otros 16 resultaron heridos, tres de ellos de gravedad, en un accidente de tránsito mientras se trasladaban desde Bahía Blanca hasta San Nicolás. Los efectivos, que se dirigían a prestar servicio en un partido del ascenso, viajaron en condiciones inadecuadas, en vehículos sin comodidades suficientes y con horarios extenuantes.
El trágico hecho revive el doloroso antecedente ocurrido en julio de 2023, cuando dos agentes de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI) también perdieron la vida en circunstancias similares, durante un traslado en condiciones de inseguridad. Estos incidentes ponen en evidencia la falta de recursos y el descubierto por parte de las autoridades, que no garantizan las condiciones mínimas de seguridad y bienestar para los integrantes de la fuerza.
Las muertes recientes de los oficiales del cuerpo de caballería y el brote de enfermedades en la escuela Vucetich muestran un patrón alarmante de negligencia y abandono. Los familiares de los cadetes y efectivos han denunciado que estos jóvenes, comprometidos con servir a la ciudadanía, están siendo expuestos a riesgos innecesarios, sin que se les ofrezcan las herramientas y condiciones básicas para desarrollar su trabajo con seguridad. Este tipo de incidentes también afecta la moral de los aspirantes a la fuerza, quienes ven en estas condiciones un reflejo del abandono que caracteriza a muchas instituciones de seguridad en la provincia. “Entrenamos y nos preparamos para cuidar a la sociedad, pero no nos cuidan a nosotros”, lamenta un cadete de la Juan Vucetich, resaltando el sentimiento de desilusión que se ha apoderado de muchos de sus compañeros.
“Deplorable”
Luis Tonil, presidente de la Defensoría Policial, se refirió en una entrevista a la difícil situación que atraviesan los efectivos de la Policía Bonaerense.
Según contó, los mismos son precarizados y hacinados sistemáticamente y calificó al panorama como “deplorable”. El experto mostró su preocupación por la elevada cifra de suicidios dentro de la fuerza de seguridad. “Los efectivos de la UTOI no tienen ni baño, hacen sus necesidades en baldes, y duermen en micros”, dijo. “El policía tiene que poner plata de su bolsillo para poner nafta al móvil para volver a su base; tiene que hablar con gomeros amigos para cambiarle las cubiertas a la camioneta, para cambiar la batería”, añadió.
“Es una locura lo que sucede en la provincia de Buenos Aires. Ni hablar en las provincias, mientras más lejos estas de la capital peor es. Misiones es un ejemplo muy claro, Río Negro es un ejemplo muy claro”, dijo Tonil, quien luego se refirió al caso de Misiones donde hay doce policías detenidos por haber reclamado sueldos dignos. “Hicieron una protesta como nosotros en el 2020 y les prometieron que nos lo iban a sancionar, que no iban a tomar represalias contra ellos, y ahora están detenidos”, contó.
Luego, Tonil se explayó sobre la difícil situación laboral de policías que deben recurrir a otros trabajos para poder garantizar un sustento. “Hay policías vendiendo artículos para el hogar, zapatillas de marca. Todo por tiendas online, por Whatsapp. Tenés otros policías trabajando haciendo seguridad alterna o haciendo custodias que no son del todo regulares, no están reguladas por el sistema de Policía Adicional que es el sistema interno de la policía de la Provincia de Buenos Aires. Pero la realidad es que todos, todos los policías de la Provincia de Buenos Aires, tienen que hacer otra cosa para poder comer”, explicó Tonil.
(BorderPeriodismo)