La cámara que nuclea a matarifes y abastecedores advirtió que recrudecieron los robos a unidades que trasportan medias reses. Hasta el momento, calcularon que fueron sustraídas unas 500 y las víctimas hablan de una “zona liberada”.
La Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya) advirtió por una ola de robos a camiones que transportan medias reses en distintas localidades de la provincia de Buenos Aires.
Según confirmaron desde la entidad, entre noviembre y diciembre fueron sustraídas unas 500 medias reses, que representa un perjuicio económico de $225 millones.
A través de un comunicado, los matarifes expresaron “su profunda preocupación ante el aumento de robos a camiones refrigerados que transportan medias reses, especialmente en la zona sur del Gran Buenos Aires”.
En este sentido, reconocieron que “esta situación no solo pone en riesgo la integridad física del personal involucrado, como choferes y peones, y afecta los vehículos y la mercadería transportada, sino que además compromete un aspecto crucial para la industria y los consumidores: la trazabilidad de la carne”.
Las localidades afectadas por esta ola de robos son -de acuerdo a Camya- Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, Lanús, Lomas de Zamora y Quilmes.
Cómo fueron los robos
Los matarifes detallaron que en los robos se repitió un modus operandi similar: un Toyota Etios de color blanco cruzó al vehículo y, a punta de pistola, los asaltantes detuvieron el camión y obligaron a los hombreadores a pasar las medias reses a un camión, en un galpón cercano al lugar del atraco.
Mientras se producen los robos, los delincuentes mantienen secuestrado en el auto al chofer, a quien liberan cuando concluye la carga de la mercadería. En promedio, cada unidad refrigerada pueda trasladar hasta 60 medias reses.
Esta modalidad se repitió en todos los robos, en donde los testigos coincidieron en que participó el mismo auto y la mercadería sustraída se descargó en el mismo galpón. Ante esta situación, las víctimas sugirieron la posibilidad de hallarse ante una “zona liberada”.
“La pérdida de trazabilidad impide conocer el destino y la finalidad de los productos robados, lo que genera una grave incertidumbre sobre su seguridad y salubridad, poniendo en riesgo a los consumidores finales. Este delito, que se intensifica particularmente en estas fechas, requiere de una respuesta urgente y efectiva”, enfatizaron desde la cámara.
Y concluyeron: “Instamos a las autoridades competentes a tomar medidas concretas y contundentes para combatir esta problemática, acompañando al sector en la prevención y lucha contra estos delitos. Es fundamental proteger no solo los bienes y recursos del sector, sino también garantizar la seguridad de los trabajadores y la calidad de los productos que llegan a la mesa de los consumidores”.
(Infocampo)