Desde el 1 de marzo, comenzó a regir un incremento del 10% en el precio del boleto de colectivos en la provincia de Buenos Aires, equiparándose con las tarifas establecidas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Este ajuste impacta en las líneas provinciales y municipales del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), así como en el Gran La Plata, afectando a aproximadamente 9.000 unidades de transporte público.
Nuevas tarifas del boleto de colectivo
El nuevo esquema tarifario establece diferentes valores según la distancia recorrida:
- De 0 a 3 km: $408,24 con SUBE nominalizada / $649,11 sin SUBE nominalizada / $183,71 con atributo social.
- De 3 a 6 km: $454,78 con SUBE nominalizada / $723,11 sin SUBE nominalizada / $204,65 con atributo social.
- De 6 a 12 km: $489,82 con SUBE nominalizada / $778,81 sin SUBE nominalizada / $220,42 con atributo social.
- De 12 a 27 km: $524,89 con SUBE nominalizada / $834,57 sin SUBE nominalizada / $236,20 con atributo social.
- Más de 27 km: $559,72 con SUBE nominalizada / $890,37 sin SUBE nominalizada / $251,98 con atributo social.

Impacto del aumento y diferencias con la tarifa sin SUBE registrada
El incremento se aplicó en las líneas provinciales y comunales (numeradas en la serie del 200 y 500), con la particularidad de que los pasajeros que no cuenten con la tarjeta SUBE registrada pagarán hasta un 60% más que quienes la tengan nominalizada. Este sistema busca fomentar el uso del transporte público con tarifas diferenciadas según la formalización del usuario en el sistema SUBE.
Otros aumentos en el transporte público
Además de la suba en el boleto de colectivo, el subte en CABA también sufrió un ajuste tarifario significativo. Actualmente, el costo del pasaje con SUBE registrada es de $832, mientras que aquellos que no posean la tarjeta registrada deberán abonar $1.322. Según estimaciones de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), el costo técnico del boleto debería rondar los $2.000.
Perspectivas y contexto
El ajuste tarifario responde a la actualización de costos operativos en el sistema de transporte público y la política de equiparación de tarifas entre las jurisdicciones de CABA y la provincia de Buenos Aires. No obstante, el impacto del aumento genera preocupación entre los usuarios, especialmente en sectores con menor capacidad adquisitiva, para quienes el acceso al beneficio del atributo social se vuelve una herramienta clave para mitigar el golpe al bolsillo.
Con este nuevo esquema tarifario, las autoridades buscan garantizar la continuidad y sostenibilidad del servicio de transporte público, mientras que los usuarios enfrentan el desafío de adaptarse a las nuevas tarifas en un contexto económico complejo.