Un lamentable episodio conmocionó a la localidad de Garín, cuando una joven de 24 años fue hallada sin vida en su domicilio. El hecho ocurrió en una vivienda de la calle Tierra del Fuego al 1800, en el barrio Cabot. La víctima, identificada como Agustina Micaela Jara, se habría quitado la vida ahorcándose con un cable coaxial atado a una viga de madera. Tras encontrarla, sus familiares la trasladaron de urgencia a la Unidad de Diagnóstico Precoz (UDP) de Garín, donde el personal de salud realizó maniobras de resucitación sin éxito.
Las autoridades iniciaron una investigación para esclarecer los motivos del trágico desenlace. Según trascendió, la joven estaba desocupada y atravesaba problemas de consumo. Sin embargo, más allá de las circunstancias personales, su muerte pone nuevamente en el centro de la escena una problemática que afecta a miles de personas: la salud mental.
Depresión y salud mental: la importancia de la prevención y el acompañamiento
El suicidio es un problema de salud pública que crece de manera alarmante en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 700.000 personas se quitan la vida cada año, y por cada una de ellas, muchas más intentan hacerlo. En Argentina, las estadísticas también reflejan una realidad preocupante, especialmente entre los jóvenes.
Factores como la depresión, la ansiedad, el consumo problemático de sustancias y la falta de redes de contención pueden aumentar el riesgo de suicidio. Es fundamental que la sociedad deje de estigmatizar los trastornos mentales y promueva espacios de escucha y acompañamiento.

Si bien muchas veces quienes atraviesan estos episodios pueden sentir que no hay salida, existen recursos y profesionales dispuestos a ayudar. La línea gratuita 0800-999-0091 brinda asistencia y acompañamiento a personas en crisis emocionales, ofreciendo contención y orientación.
La prevención del suicidio es una responsabilidad colectiva. Hablar sobre salud mental, generar espacios seguros y acompañar a quienes lo necesitan puede marcar la diferencia entre la desesperanza y la posibilidad de encontrar ayuda. En memoria de Agustina y de tantas otras personas que han atravesado situaciones similares, es clave reforzar el compromiso con una sociedad más empática e informada.