El trágico episodio ocurrió este jueves al mediodía en un edificio ubicado sobre la calle Libertad al 700, en pleno centro de Belén de Escobar. La víctima fue identificada como Pablo Alejandro Suárez, de 31 años, quien trabajaba en el rubro de venta de automóviles.
Según informaron fuentes oficiales, fue su propio padre quien descubrió el cuerpo al ingresar a la vivienda que Pablo alquilaba, tras varios días sin poder contactarlo. En el lugar, lo encontró sin signos vitales y con una sábana atada al cuello, lo que indicaría, en principio, que se trató de un suicidio.
Al departamento acudieron rápidamente profesionales del SAME, que confirmaron el fallecimiento. También se hicieron presentes efectivos del Comando de Patrullas, personal de Policía Científica y agentes de la Comisaría 1ª de Escobar.
La Unidad Funcional de Instrucción interviniente caratuló el hecho como «averiguación de causales de muerte». Por el momento no habría indicios de la participación de terceros, aunque se ordenó la realización de una autopsia para determinar de forma precisa las causas del deceso.
El caso generó gran impacto entre vecinos y allegados de la víctima, quienes no logran salir de la conmoción por lo sucedido.
Este hecho se suma a una preocupante seguidilla de suicidios en la región, lo que vuelve a poner en agenda la importancia de visibilizar y abordar de manera integral la salud mental. Especialistas advierten que la pandemia acentuó diversas problemáticas emocionales, afectando a una porción considerable de la población.
