En una decisión que reconfigura el escenario de seguridad en América Latina, el gobierno de los Estados Unidos anunció el inicio de la “Operación Lanza del Sur”, un amplio operativo militar impulsado por el presidente Donald Trump y ejecutado por el Comando Sur (SOUTHCOM), con apoyo de la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear. El objetivo declarado: desarticular redes de narcoterrorismo en el hemisferio occidental.
El anuncio lo realizó el secretario de Defensa norteamericano, Pete Hegseth, quien aseguró que la misión busca “defender la patria, expulsar a los narcoterroristas del hemisferio occidental y proteger a los estadounidenses de las drogas que están matando a nuestra gente”.
Un despliegue sin precedentes en décadas
Dentro del operativo se destaca el inminente arribo al Caribe del USS Gerald R. Ford, el portaviones más avanzado de la flota estadounidense. Su presencia es interpretada por analistas internacionales como un mensaje contundente hacia el régimen de Nicolás Maduro, acusado en Washington de liderar el Cartel de los Soles.
Esta maniobra forma parte de una campaña más amplia que incluye:
- Ejercicios militares cerca de las costas venezolanas.
- Operaciones autorizadas de la CIA dentro de Venezuela.
- Intervenciones contra embarcaciones sospechosas en el Caribe y en el Pacífico, con más de 75 personas fallecidas en los últimos meses.
Según fuentes del Pentágono, el portaviones todavía navega el Atlántico y su estadía en la región podría ser breve, dado su valor estratégico global.
Reacciones y tensiones en la región
La iniciativa estadounidense provocó respuestas inmediatas:
Venezuela
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, informó una movilización masiva de tropas, civiles y sistemas de defensa. El país realizó ejercicios aéreos, navales y terrestres durante dos días, mostrando imágenes de misiles antiaéreos en Caracas.
Colombia
El presidente Gustavo Petro, recientemente sancionado por Washington, anunció la suspensión del intercambio de inteligencia. Luego suavizó su postura y condicionó la cooperación a garantías de derechos humanos.
México
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que reforzará el patrullaje marítimo e interceptará embarcaciones sospechosas para evitar incidentes con fuerzas estadounidenses.
¿Cuál es la estrategia de fondo?
Según expertos consultados por think tanks norteamericanos, la operación busca:
- Enviar una señal de fuerza creíble sin llegar necesariamente a una intervención directa.
- Presionar al régimen venezolano en un momento crítico.
- Frenar el flujo de drogas hacia los Estados Unidos bajo el concepto de “narcoterrorismo organizado”.
Venezuela cuenta con sistemas antimisiles de tecnología rusa, lo que podría elevar los riesgos de una escalada si se produjeran enfrentamientos aéreos.
Para académicos como David Smilde, de la Universidad de Tulane, la operación es más un ejercicio de presión que una antesala de conflicto abierto: “Se busca crear una amenaza realista de uso de la fuerza, no necesariamente emplearla”.
Un escenario en tensión
La “Operación Lanza del Sur” instala un nuevo capítulo en la relación entre Washington y Caracas, con impacto directo en la seguridad regional. Mientras Estados Unidos avanza con su despliegue militar, los países latinoamericanos se reacomodan entre presiones diplomáticas, advertencias cruzadas y acuerdos de cooperación en constante revisión.
