Escalada bélica entre Israel e Irán: ataques cruzados, muertos y tensión creciente en Medio Oriente

Israel inició la ofensiva el viernes con ataques aéreos precisos sobre infraestructuras militares iraníes, incluyendo supuestas instalaciones nucleares y centros de comando. Según fuentes oficiales del Estado judío, el objetivo era desmantelar amenazas estratégicas antes de que Teherán pudiera avanzar con el desarrollo de un arma nuclear. La operación recibió el nombre de “León Naciente” y habría implicado el uso de drones infiltrados previamente en territorio iraní, lo que permitió atacar con precisión blancos clave y eliminar a altos mandos del régimen persa.

En respuesta, Irán lanzó una ola masiva de misiles balísticos contra ciudades israelíes como Jerusalén y Tel Aviv, donde se reportaron explosiones en zonas residenciales, cortes de energía y daños estructurales. Las autoridades israelíes confirmaron al menos tres muertos y 19 heridos como consecuencia de estos ataques. Entre los lesionados, hay casos graves y críticos, según informó el servicio de emergencias Magen David Adom (MDA).

Por su parte, el régimen iraní declaró que los bombardeos israelíes provocaron la muerte de más de 70 personas, entre ellos militares de alto rango, como el brigadier general Amir Ali Hajizadeh, jefe de la Fuerza Aérea de la Guardia Revolucionaria iraní.

Durante la madrugada del sábado, nuevas explosiones fueron registradas en Teherán, incluidas las inmediaciones del aeropuerto Mehrabad. Las fuerzas armadas iraníes lanzaron una nueva oleada de su operación “Promesa Honesta 3”, mientras la Fuerza Aérea israelí continúa sus ofensivas bajo el argumento de “neutralizar amenazas inminentes”.

El Mando del Frente Interior de Israel activó las alertas en múltiples regiones del país, instruyendo a la población civil a refugiarse en búnkeres ante la posibilidad de nuevos impactos. Aunque la red de defensa conocida como la Cúpula de Hierro logró interceptar varios proyectiles, las autoridades advirtieron que “la defensa no es hermética”.

Frente a la escalada militar, la comunidad internacional expresó su profunda preocupación. El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a ambas partes a detener los ataques y evitar una guerra de mayores proporciones. “Bombardeos israelíes contra instalaciones nucleares iraníes. Misiles iraníes en Tel Aviv. Basta de escalada. Es hora de parar. La paz y la diplomacia deben prevalecer”, expresó a través de la red X.

Desde Bruselas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, respaldó el derecho de Israel a defenderse, pero pidió “máxima moderación” para evitar un conflicto regional.

En paralelo, líderes árabes como el emir de Qatar y el príncipe heredero de Arabia Saudita mantuvieron comunicaciones con el expresidente estadounidense Donald Trump, quien todavía juega un rol diplomático clave en la región. Trump, en sintonía con el Departamento de Estado, reafirmó su compromiso con la búsqueda de una solución negociada y advirtió que las consecuencias de una escalada serían “nefastas para Irán”.

La situación plantea un escenario de alta volatilidad geopolítica, donde la posibilidad de una guerra abierta entre dos potencias de la región podría arrastrar a actores internacionales y extenderse más allá de las fronteras de Israel e Irán. Mientras se suceden los bombardeos y se multiplican las víctimas civiles, los analistas advierten que el equilibrio en Medio Oriente pende de un hilo.

El mundo observa con atención. Las próximas horas serán decisivas para saber si prevalecerá el camino de la diplomacia o si la región se hundirá en un nuevo ciclo de violencia.

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