Explosión e incendio en Ezeiza: una noche de caos, incertidumbre y un operativo histórico

El estallido inicial, cuya fuerza sorprendió incluso a vecinos acostumbrados al movimiento industrial de la zona, provocó una reacción inmediata: comenzaron a caer reportes al 911 por personas heridas, intoxicaciones y daños materiales. A los pocos minutos, nuevas detonaciones alimentaron las llamas que avanzaban sobre los depósitos de varias empresas ubicadas a la altura del kilómetro 46,5 de la autopista Ezeiza–Cañuelas, que debió ser cerrada al tránsito.

En cuestión de minutos, más de 70 dotaciones de bomberos –alrededor de 380 efectivos– llegaban desde distintos puntos del Área Metropolitana. Las tareas se extendieron durante toda la madrugada con personal de Ezeiza, Esteban Echeverría, La Matanza, Cañuelas, San Vicente, Marcos Paz, Morón, Tres de Febrero, San Fernando, Brandsen y la Policía Federal, entre otros.
La prioridad fue contener el avance del fuego para evitar que alcanzara galpones con materiales inflamables.

Dos helicópteros también fueron activados: uno para sobrevuelo y monitoreo bajo la nube densa que se formó tras las explosiones y otro a disposición para eventuales evacuaciones médicas.

Durante la madrugada se asistió a 24 personas, todas fuera de peligro al cierre del primer informe oficial del sábado a las 8.
En el Hospital Eurnekian ingresaron ocho pacientes: seis fueron dados de alta y dos continuaron en atención por sus respectivas obras sociales, pero sin complicaciones graves.

Clínicas privadas de la zona reportaron otras 15 personas con heridas leves —cortes, golpes y traumatismos— producto de la onda expansiva.
Además, un directivo de una de las empresas afectadas fue internado por un infarto, pero se encuentra estable.

El director de la clínica Monte Grande, Carlos Santoro, dejó una frase que resume el temor inicial:
“Esperábamos un ‘efecto Cromañón’, pero afortunadamente no pasó. Lo importante es que se trabajó de manera coordinada entre lo público y lo privado”.

Mientras tanto, el Centro Provincial de Toxicología recibió 45 consultas relacionadas con el impacto del humo.

Desde el Municipio de Ezeiza confirmaron que las instalaciones dañadas pertenecen a:

  • Iron Mountain
  • Larroca Minera
  • Almacén de Frío
  • Aditivos Alimentarios
  • Una distribuidora Salón

A primera hora del sábado, los bomberos concentraban sus esfuerzos en impedir que el fuego alcanzara la firma Flamia, dedicada al almacenamiento de productos inflamables.
Las autoridades estimaban que la extinción completa podría demandar entre 30 y 40 horas más.

Ante la preocupación de los vecinos, el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, aclaró que si bien la nube era “llamativa” por el tamaño de las partículas en suspensión, no se trataba de una nube tóxica.
Dijo además que el viento matinal ayudaría a disipar los residuos del incendio.

Uno de los relatos que tomó relevancia fue el del cantante Paz Martínez, vecino de la zona:
“Estábamos mirando televisión cuando sentimos la explosión. Los vidrios vibraron como si fueran a quebrarse. Nunca vivimos algo así”, contó.
Luego agregó que se recomendó a los hogares permanecer adentro y cerrar todo hasta que se evaluara el comportamiento del humo.

El aeropuerto internacional de Ezeiza informó que sus operaciones no se vieron afectadas.
También se descartó la posibilidad de un accidente aéreo, una de las primeras versiones que circularon en redes.

El intendente de Ezeiza, Gastón Granados, confirmó que no hay hipótesis definidas sobre el origen del incendio y que la investigación quedará en manos de los peritos especializados.

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