Empleados municipales son acusados de profanar tumbas, saquear ataúdes y quemar cuerpos a cielo abierto, con presunta complicidad de las autoridades locales y la inacción de la Policía Bonaerense.
La municipalidad de Mercedes, gestionada por el intendente Juan Ignacio Ustárroz, hermano de crianza del exministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, se encuentra en el ojo de la tormenta tras un macabro descubrimiento.
En el cementerio de la ciudad de Mercedes, empleados municipales manejan desde hace años un negocio que acaba de salir a la luz y que consiste en la presunta profanación de tumbas, saqueo de posesiones de valor depositadas junto a los cuerpos y de los propios cobres de los ataúdes, que son luego quemados a cielo abierto.
Según se pudo saber, no se trataría de una actividad oculta a las altas esferas del poder local, sino que contaría con el visto bueno de la dirigencia política, que fingió demencia frente a denuncias previas de robo de placas en el mismo cementerio municipal.
Si bien las denuncias por los saqueos ejecutados por empleados municipales no son nuevas y ocupan periódicamente artículos en algunos medios, hasta ahora se desconocía que las tumbas fueran también saqueadas por dentro. Peor aún, se encontraron cuerpos amontonados quemados en un terreno ubicado a solo tres metros de las tumbas visitadas por familiares, separados por un pequeño muro que increíblemente logró ocultar la actividad durante años.
Hasta el momento no se realizó ninguna denuncia a la espera que medios se acerquen a documentar la escena antes de que sea destruida por las autoridades, especialmente considerando que a metros hay un puesto de la Policía Bonaerense que jamás intervino. Está claro que no es la primera falla encontrada en la gestión del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, que conduce Javier Alonso.
Aún con las evidencias y mediatización del hallazgo, es poco probable que los mercedinos puedan realizar denuncias, ya que las fiscalías bonaerenses de Mercedes cuentan con decenas de presentaciones ante la Procuración por encubrir delitos de funcionarios u organismos públicos mediante desestimaciones o archivamientos, mientras que en la fiscalía federal ocupa un cargo la cuñada del intendente Juan Ustarroz, cuyo esposo (hermano del intendente) es además consejero de la Magistratura.
Quizás, no por casualidad, ninguna denuncia por corrupción jamás ha progresado en la ciudad.
(Iván Vanney – Realpolitik)