El último informe de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA alerta sobre el fuerte deterioro del salario mínimo, vital y móvil en Argentina. Según los datos, en términos reales, el salario sufrió una caída acumulada de un 30% entre noviembre de 2023 y noviembre de 2024, ubicándose en niveles inferiores a los de 2001, antes del colapso de la convertibilidad.
El informe “Panorama del empleo asalariado formal y de las remuneraciones”, realizado por los economistas Roxana Maurizio y Luis Beccaria, detalla que esta caída, que se profundizó en noviembre con un descenso del 2,4%, es parte de una tendencia negativa que comenzó en diciembre de 2023 con una pérdida del 15%. Esta cifra aumentó al 17% en enero de 2024, y a pesar de algunas recuperaciones parciales en los meses siguientes, la situación se agravó nuevamente en la segunda mitad del año.
A lo largo del último año, el salario mínimo sufrió una erosión significativa, alcanzando un valor real 61% inferior al máximo registrado en septiembre de 2011. Este impacto se profundiza considerando la aceleración de la inflación, lo que llevó a que el poder adquisitivo de los trabajadores se redujera drásticamente.
En paralelo, el informe también señala una ligera mejora en el empleo asalariado formal durante los últimos meses, con un repunte moderado de 2.400 trabajadores en agosto y 8.800 en septiembre. Sin embargo, el empleo formal sigue siendo inferior en 183.000 puestos con respecto al mismo período de 2023.
Este panorama marca un momento crítico en la economía del país, con un salario mínimo cada vez más alejado de su capacidad de compra, afectando gravemente a los trabajadores formales.