En los días previos al 10 de enero, fecha clave para el panorama político de Venezuela, Nicolás Maduro anunció la creación de los “Órganos de Dirección Integral” (ODIS), una estructura que unifica a las Fuerzas Armadas, la Milicia Nacional Bolivariana, cuerpos policiales y grupos comunitarios bajo su mando directo. Según el líder del régimen chavista, el objetivo de esta medida es “defender la paz”, aunque los analistas la interpretan como un nuevo paso hacia la centralización del poder y la represión de las protestas opositoras.
Una herramienta de control territorial
Maduro presentó los ODIS en un acto realizado en el Palacio de Miraflores, donde vistió uniforme militar en un intento por reforzar su autoridad. Según sus palabras, estas unidades se desplegarán en los 355 municipios del país y en miles de comunidades, extendiendo lo que definió como “un órgano superior de defensa integral”.
“La activación de los ODIS garantizará la victoria ejemplar de la paz”, declaró. Sin embargo, esta estructura parece destinada a controlar cualquier manifestación de disidencia, especialmente ante la cercanía del 10 de enero, fecha en la que el presidente electo, Edmundo González Urrutia, debería asumir el poder tras haber obtenido más del 60% de los votos en los comicios del 28 de julio.
Durante el anuncio, se llevó a cabo una demostración de fuerza con la participación de milicianos armados y empleados de empresas estatales, obligados a marchar desde el Cuartel de la Montaña, donde descansan los restos de Hugo Chávez, hasta Miraflores.
Orlando Romero, comandante general de la Milicia Nacional Bolivariana, expresó su respaldo a Maduro: “Gracias a la perfecta integración y fusión popular-militar-policial, nuestra nación está organizada para defenderse de todas las amenazas”.
Declaraciones y represión
En su discurso, Maduro advirtió a la oposición con un contundente “No se equivoquen”. La creación de los ODIS coincide con un contexto de creciente represión en Venezuela, donde los opositores enfrentan persecución, encarcelamiento y desapariciones forzadas. Entre los casos recientes figura el de Enrique Márquez, exvicepresidente del Consejo Nacional Electoral, cuyo paradero sigue siendo desconocido.
El anuncio también ocurre mientras la oposición, liderada por María Corina Machado, convoca a manifestaciones para este jueves. En respuesta, el régimen ha desplegado fuertes operativos de seguridad, con agentes encapuchados en los accesos a Caracas y estaciones del metro fuertemente custodiadas.
Captura de supuestos mercenarios
En paralelo, Maduro informó sobre la captura de siete presuntos “mercenarios extranjeros”, incluidos dos estadounidenses, dos colombianos y tres ucranianos. Según el mandatario, planeaban “acciones terroristas contra la paz”.
“Solamente el día de hoy hemos capturado a siete mercenarios extranjeros”, aseguró. También mencionó la detención de 125 personas en operativos previos, advirtiendo que estas acciones continuarán.
Protestas bajo vigilancia
Desde que Maduro proclamó su reelección en un proceso ampliamente cuestionado, las protestas se han intensificado. Hasta el momento, se registran 28 muertos, más de 200 heridos y 2.400 detenidos, incluidos menores de edad acusados de terrorismo.
La implementación de los ODIS y las acciones represivas ponen en evidencia el endurecimiento de la postura del régimen en un momento crítico, mientras la comunidad internacional sigue observando con preocupación el desarrollo de los acontecimientos en Venezuela.