El Papa Francisco enfrenta un cuadro de neumonía bilateral, pero mantiene el ánimo

En un comunicado oficial, el Vaticano detalló que una tomografía computarizada de tórax reveló la presencia de neumonía bilateral, lo que requirió el ajuste de su terapia farmacológica. “La infección polimicrobiana, en un contexto de bronquiectasia y bronquitis asmática, ha requerido el uso de antibióticos y corticoides, lo que hace más complejo el tratamiento”, especificó el informe médico.

A pesar de la gravedad del cuadro, Francisco ha mantenido su rutina en la medida de lo posible. Durante el día alternó períodos de descanso con momentos de oración y lectura. Además, recibió la Eucaristía y agradeció a los fieles por sus mensajes de apoyo y oraciones.

Su hospitalización ha generado preocupación dentro y fuera de la Iglesia, sobre todo porque ocurre en la antesala del Jubileo 2025, un evento clave para la comunidad católica. Sin embargo, fuentes cercanas al pontífice indicaron que, aunque las últimas semanas fueron “ajetreadas” y su estado físico se ha visto afectado, no hay señales de alarma.

El Papa ha demostrado en varias ocasiones su fortaleza frente a problemas de salud previos, como cirugías intestinales, infecciones respiratorias y dolores articulares que lo han obligado a movilizarse en silla de ruedas. A pesar de estos desafíos, ha mantenido un ritmo de trabajo intenso, incluyendo viajes internacionales, como su reciente gira por Asia-Pacífico, la más extensa de su pontificado.

Incluso desde su internación, Francisco ha seguido en contacto con comunidades en distintas partes del mundo. El domingo pasado, participó a la distancia en el rezo del Ángelus, enviando un mensaje escrito a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro. También mantuvo comunicación con la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, reflejando su compromiso con la Iglesia y con quienes atraviesan situaciones difíciles.

Su salud, naturalmente, ha vuelto a poner en el centro del debate la posibilidad de una eventual renuncia, tema que el propio Francisco ha abordado en ocasiones anteriores, señalando que evaluaría esa opción solo si sintiera que no puede cumplir con su misión. Sin embargo, por el momento, su determinación de seguir adelante parece firme.

El Vaticano continuará monitoreando su evolución y brindará actualizaciones sobre su estado en los próximos días. Mientras tanto, el Papa confía en el apoyo de sus médicos y en las oraciones de los fieles, que siguen de cerca su recuperación.

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