El hecho ocurrió en González Catán. La víctima, que intentaba mudarse por miedo a su ex pareja, fue atacada a tiros por un hombre que se hizo pasar por comprador. Su hija adolescente presenció el asesinato.
El horror golpeó a una familia en La Matanza. Mariela Benítez, de 43 años, fue asesinada de un disparo en el pecho por un hombre que se presentó en su casa bajo el pretexto de comprarle el auto que había puesto en venta. La víctima, que venía sufriendo amenazas y ataques, buscaba reunir dinero para mudarse junto a sus hijas y escapar del acoso de su ex pareja, Jorge Cepeda, quien está preso por abuso sexual.
El crimen ocurrió el viernes 14 de febrero en una vivienda ubicada en la calle Achupallas al 6800, en González Catán. Todo sucedió delante de su hija de 14 años, quien alertó a la policía tras presenciar la brutal escena.
Un crimen planificado
Según reconstruyeron los investigadores, Benítez había publicado la venta de su Fiat Uno rojo en una plataforma digital. Un interesado apareció rápidamente y coordinaron la entrega del vehículo en su domicilio. Cuando el supuesto comprador llegó, le pidió usar el baño. Al salir, sacó un arma y, sin mediar palabra, le disparó directo al pecho.
Antes de huir, el asesino le robó el celular a la víctima. Su hija, en estado de shock, llamó al 911 y pidió ayuda. Los médicos la trasladaron de urgencia al Hospital Simplemente Evita, pero no lograron salvarle la vida.
Las amenazas previas y una sospecha inquietante
Benítez vivía con miedo. Su ex pareja, Jorge Cepeda, había sido detenido en septiembre por abusar de una de sus hijas. Sin embargo, desde la cárcel continuaba hostigándola con amenazas constantes. No solo él: su propia madre, ex suegra de la víctima, también la acosaba.
Uno de los episodios más graves que enfrentó la mujer antes de ser asesinada fue un ataque a balazos contra el frente de su casa, un hecho que nunca se esclareció. Por seguridad, había contratado un botón antipánico y cámaras de vigilancia privadas.
Ahora, la fiscalía a cargo de la investigación analiza si el crimen fue ordenado desde la cárcel. Si bien aún no hay pruebas contundentes, una de las principales hipótesis apunta a Cepeda como instigador del asesinato.
Mientras tanto, la policía busca al homicida. La única pista concreta es la descripción brindada por la hija de la víctima: el hombre vestía una campera con la inscripción “Polideportivo Presidente Perón”.
El fiscal Marcelo Diomede, de la UFI N°5 de San Justo, encabeza la investigación y ya dispuso una serie de diligencias para esclarecer el caso.
Lo que iba a ser un paso hacia una nueva vida para Mariela y sus hijas terminó en una tragedia. Ahora, la justicia deberá determinar si el crimen fue una venganza planificada por quien debería haber estado tras las rejas sin posibilidad de seguir dañando a su familia.