Reforma en las Fuerzas Armadas de EE.UU.: el Ejército dará de baja a soldados trans

El documento se hizo público en el marco de una demanda interpuesta por organizaciones de derechos LGBTQ+ contra una orden ejecutiva reciente del presidente Donald Trump. En dicha orden, se argumenta que las restricciones médicas, quirúrgicas y de salud mental relacionadas con la disforia de género son “incompatibles” con los altos estándares de las tropas estadounidenses.

El nuevo memorando instruye a los secretarios de cada rama militar a identificar en un plazo de 30 días a los miembros del servicio que tengan antecedentes de disforia de género o que hayan recibido tratamiento para dicha condición. Una vez identificados, se les aplicará un procedimiento de separación que podría ejecutarse en otros 30 días.

Si bien se establecen excepciones para aquellos que desempeñan funciones críticas en combate, la regla general es la desvinculación de cualquier persona que haya sido diagnosticada con disforia de género, tenga antecedentes de la condición o haya recibido tratamiento médico relacionado. Asimismo, se especifica que el Ejército dejará de financiar cualquier tratamiento o cirugía vinculados con la identidad de género.

Las reacciones de los grupos defensores de derechos humanos no se hicieron esperar. SPARTA Pride, una organización que aboga por los derechos de los militares transgénero, aseguró que miles de ellos han servido en el Ejército con distinción y que la medida representa un retroceso en materia de derechos e inclusión.

“Los miembros transgénero han demostrado valentía y compromiso con su país. Ninguna política podrá borrar su contribución a la historia y a la defensa de los valores estadounidenses”, señaló la organización en un comunicado.

Si bien no hay cifras exactas sobre la cantidad de personas transgénero en las filas del Ejército, se estima que representan menos del 1% del total de efectivos en activo, la reserva y la Guardia Nacional. En 2016, la administración de Barack Obama había derogado la prohibición de su servicio y, según estudios posteriores, la inclusión de personal trans no había generado impacto negativo en la cohesión ni en la operatividad de las tropas.

La política de exclusión de personas transgénero del servicio militar ya había sido implementada parcialmente durante el primer mandato de Trump. En 2019, el Tribunal Supremo respaldó una medida que prohibía su ingreso, aunque permitía la permanencia de quienes ya estuvieran en servicio. Esta nueva orden del Pentágono va un paso más allá al establecer la expulsión de los efectivos transgénero activos.

La medida ha sido impugnada en los tribunales, y el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia evaluará una petición para bloquear su aplicación hasta que se resuelva la demanda en curso. Se espera que la próxima audiencia tenga lugar el mes próximo.

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