La oscura trama detrás del falso country en La Matanza: estafas, trabajo esclavo y una red de negocios turbios

Joseph Charly Ponce Sarzuri, empresario de 31 años, fue arrestado el pasado 2 de marzo acusado de liderar una estafa millonaria. Su estrategia: vender terrenos en un country ficticio en Virrey del Pino, bajo el nombre «Barrio Simón Bolívar». Con una agresiva campaña en redes sociales, ofrecía lotes en un predio de más de 300 hectáreas en el kilómetro 38 de la Ruta 3, promocionando la oportunidad con facilidades de pago y la firma ante escribano con solo mil dólares. Sin embargo, todo era una farsa.

La Municipalidad de La Matanza detectó la maniobra y denunció la irregularidad, ya que el emprendimiento no contaba con ningún tipo de habilitación. La UFI N°8, a cargo de la fiscal Alejandra Núñez, inició una causa por estafa y ordenó un operativo en el lugar, donde se encontró un micro escolar con potenciales compradores engañados. Ponce Sarzuri fue detenido en el acto.

Los investigadores aún intentan determinar la propiedad real de las tierras, que eran custodiadas por un cuidador. En el allanamiento, se halló documentación que mencionaba a una supuesta titular, pero su identidad no figura en registros oficiales. Sí se constató la autenticidad de la escribana mencionada en los papeles.

Uno de los videos promocionales en redes

La detención de Ponce Sarzuri reveló un entramado más complejo. En 2023, creó junto a dos socios la empresa «Las Américas de Simón Bolívar S.A.», registrada en la calle Bogotá al 2800, en el barrio de Flores. Curiosamente, esta dirección coincide con la de la firma Jossué y Asociados, vinculada a otros negocios inmobiliarios y comerciales, incluido un centro comercial ficticio en Virrey del Pino.

Uno de los socios de Ponce Sarzuri es un empresario boliviano de 49 años con un pasado oscuro. En 2012, fue condenado a más de tres años de prisión en una de las mayores causas de trata de personas de la década pasada. Fue señalado por captar trabajadores en Bolivia y trasladarlos a Argentina para explotarlos en condiciones de esclavitud en talleres clandestinos que producían ropa para marcas reconocidas. Su nombre incluso figura en bases de datos de la ONU sobre trata y explotación laboral. A pesar de su condena, continuó operando en el sector textil y ahora aparece vinculado al negocio inmobiliario fraudulento de Ponce Sarzuri.

El tercer integrante de «Las Américas» es otro empresario boliviano de 60 años, dedicado exclusivamente al sector inmobiliario, con múltiples empresas registradas. Además, en los videos promocionales del falso country, Ponce Sarzuri mencionaba con orgullo a «Simón Bolívar Group», otra firma radicada en la misma dirección que sus empresas y con socios en común con Jossué y Asociados.

La investigación recién comienza, pero las pruebas en su contra son contundentes. Videos promocionales, documentos apócrifos y testimonios de damnificados configuran un caso sólido de estafa. La fiscalía analiza posibles conexiones con otros delitos y no descarta que la red de negocios tenga alcances aún mayores. Mientras tanto, Ponce Sarzuri permanece detenido, con un futuro judicial que se vislumbra complicado.

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