La ciudad bonaerense de Tres Arroyos quedó sumida en la conmoción más absoluta tras una secuencia de hechos tan devastadora como difícil de comprender. Una mujer fue hallada sin vida en su vivienda. Horas después, los cuerpos de sus dos hijos aparecieron dentro de una camioneta, a la vera de la Ruta 228. El autor de esta tragedia fue la expareja de la víctima y padre de los chicos, quien culminó la masacre quitándose la vida al lanzarse bajo las ruedas de un camión.
Todo comenzó este miércoles en una casa del barrio Villa Italia, donde Rocío Villarreal, de 34 años, fue encontrada muerta con signos de haber sido apuñalada. La mujer había tenido una relación con Fernando Dellarciprete, de 44 años, un transportista que en el pasado trabajó para una reconocida empresa cervecera.
Dellarciprete y Villarreal eran padres de dos niños: Tiziano, de 10 años, y Francesco, de apenas 3. Los chicos habían ido al colegio esa mañana, y Rocío incluso se había comunicado con familiares. Nadie imaginaba el desenlace fatal que estaba por comenzar.
De acuerdo con la reconstrucción policial, Dellarciprete asesinó a Villarreal dentro de la vivienda familiar y luego se llevó a los niños en su camioneta Renault Duster blanca. Condujo en dirección a San Cayetano, por la Ruta 228, y en algún tramo del trayecto intentó provocar un accidente, sin éxito.
Más tarde, en una zona rural, testigos aseguran que pidió agua y hasta solicitó un arma. Sin conseguirla, volvió a la ruta y se arrojó de forma deliberada frente a un camión que lo embistió y terminó con su vida en el acto. El chofer, de 36 años, confirmó que el hombre se había tirado intencionalmente.
Cuando llegaron los primeros efectivos, encontraron una escena estremecedora: los dos chicos estaban muertos dentro de la camioneta, a pocos metros del cuerpo de su padre. La noticia fue un mazazo para la comunidad, pero aún restaba el dato más cruel: nadie sabía que Rocío también había sido asesinada.
Recién por la tarde, cuando familiares ingresaron al domicilio de la calle Larrea, descubrieron su cuerpo. Según fuentes judiciales, la mujer fue atacada con un arma blanca.
El caso fue caratulado como femicidio seguido de doble homicidio y suicidio. La investigación está a cargo de la UFI N°6 de Tres Arroyos, dirigida por la fiscal Natalia Ramos, que ordenó peritajes, análisis de cámaras de seguridad y el secuestro del celular del agresor.
La comunidad, atónita, no encuentra palabras para asimilar tanto horror. Un crimen que enluta a una familia entera, deja una ciudad paralizada por el espanto y, una vez más, expone la urgencia de intervenir a tiempo ante cualquier señal de violencia de género.