En un nuevo capítulo de la pelea en lo más alto del poder, el presidente Javier Milei apuntó sin filtro contra su vicepresidenta, Victoria Villarruel, a quien calificó como “traidora” por permitir una sesión en el Senado donde la oposición aprobó proyectos que comprometen el equilibrio fiscal que defiende el oficialismo.
El fuerte cruce se dio en medio del discurso de Milei en la Bolsa de Comercio porteña, donde hizo un balance de su gestión. Aunque no la nombró directamente, quedó claro a quién se refería cuando dijo: “Tenemos siete senadores… y una traidora”. Para Milei, esa sesión permitió “una avanzada” de la oposición que podría afectar el superávit fiscal.
La tensión entre ambos no es nueva, pero esta vez escaló a un nivel sin precedentes. Villarruel, presidenta del Senado, no frenó la sesión convocada con anticipación, lo que habilitó que se votaran un aumento a las jubilaciones y otras medidas previsionales.
Como si fuera poco, Patricia Bullrich también se sumó a las críticas con un mensaje durísimo en redes sociales:
“No sea cómplice del kirchnerismo destructor”, le escribió a Villarruel, acusándola de traicionar a quienes la votaron para “cambiar el país”.

La respuesta de Villarruel fue igual de contundente:
“Antes de hacerse la picante, repase la Constitución. Me votaron para defender la institucionalidad, no para levantarme cuando las papas queman”, le respondió, señalando además los vaivenes políticos de Bullrich y sus vínculos pasados con grupos armados.
La vicepresidenta explicó que su deber es garantizar el funcionamiento del Senado, más allá de si el Ejecutivo lo aprueba o no. “El Senado es soberano”, dijo, y aclaró que no convalida lo que se vota, sino que preside de manera institucional.
Después de la aprobación de los proyectos, Bullrich redobló la apuesta:
“Usted fue electa para terminar con el kirchnerismo, no para ser cómplice de ellos. Si va a habilitar sesiones porque no la llaman desde Casa Rosada, entonces le importa más su ego que el país”.
Mientras Milei asegura que “tiene el mejor gobierno de la historia”, el fuego cruzado entre sus principales figuras deja expuesta una profunda fractura en el corazón del oficialismo.