La obra social de los jubilados empezó a aplicar una fuerte reducción de la estructura jerárquica. En total, desplazaron a 30 puestos, de gerentes a directores, sobre un total de 120. Aseguran que la mayoría eran militantes de La Cámpora.
Las autoridades del PAMI confirmaron que achicaron la estructura jerárquica de la obra social de los jubilados, con la eliminación de 30 puestos jerárquicos, de gerentes a subdirectores, que percibían sueldos del orden de los tres millones de pesos mensuales.
Según indicaron fuentes oficiales, la reducción afecta principalmente a funcionarios que asumieron durante la gestión anterior: “La disminución de la estructura jerárquica de PAMI tiene el objetivo de recortar cargos políticos y utilizar de manera más eficiente los recursos del instituto. Entre la reducción, y mediante un proceso de relevamiento del personal que continúa activo, se encontraron empleados y rangos jerárquicos vinculados a La Cámpora que no renunciaron con el cambio de gestión y, por lo tanto, fueron despedidos”, explicaron.
En números, las medidas que puso en marcha el actual director ejecutivo del PAMI, Esteban Leguizamo representa un ajuste del 24,18% en rangos jerárquicos, del 75% en Secretarías y Dirección Ejecutiva, una merma del 33% en la cantidad de Gerencias y casi 20% menos de Subgerencias. De acuerdo con la información, la mayoría de los cargos tenían sueldos de entre dos millones y medio y tres millones de pesos por mes.
En el PAMI trabajan cerca de 12 mil personas para atender a un universo del orden de los seis millones de afiliados, en su gran mayoría jubilados y pensionados. La estructura de la organización tiene dimensión nacional, ya que trabaja en cada provincia y en los principales municipios de todo el país. El personal y los funcionarios jerárquicos están asignados a centrales generales, unidades de gestión local y agencias de cercanía que tienen la responsabilidad de atender a los beneficiarios.
Voceros oficiales confirmaron que el objetivo es avanzar en un achique más profundo de la estructura burocrática de la obra social. Estiman que, culminado el rediseño administrativo, el total de 120 cargos directivos actuales pasará a no más de 90.
Junto a esa reducción, también se avanzó con un refuerzo del control de personal para monitorear la asistencia a los lugares de trabajo. La instalación del lector de huellas en cada dependencia fue una de las primeras medidas que puso en marcha la gestión de Leguizamo, según pudo saber este medio.
Salud, un área crítica
La gestión de las políticas públicas de salud es una de las que más recursos del Estado demanda y donde el gobierno de Javier Milei anunció que va a encarar cambios profundos. El PAMI, que hasta el 10 de diciembre estuvo a cargo de la actual diputada nacional Luana Volnovich, es el principal operador del sistema público, junto a los hospitales, clínicas y salas de distinta complejidad que están a cargo de provincias y municipios.
Pero otro sector donde el gobierno nacional está decidido a avanzar es en la desregulación de las obras sociales sindicales. En las próximas horas el Ministerio de Salud difundirá la reglamentación de los artículos del DNU que estableció la libre opción entre obras sociales y empresas de medicina prepaga.
Esa reforma generó una fuerte reacción de los líderes gremiales de la CGT, que desde que se firmó el decreto, redoblaron las críticas a Milei, hicieron marchas y realizaron un paro nacional, que fue el más rápido de la historia en contra de un gobierno. Ni en democracia ni durante la dictadura la central obrera hizo una huelga general a 45 días de asumido un nuevo presidente.
(Infobae)