Nuestro vecino matheuense Abel Fernández nos trae otro relato de la historia de los ferrocarriles de nuestro país.
El terrateniente Diego de Alvear, con campos en el sur de Santa Fe, Córdoba y noroeste de Buenos Aires, solicitó al Gobierno Nacional la autorización para instalar un ferrocarril que uniera los puertos de Rosario y el Puerto Belgrano. Por el año 1903 ésta fue acordada y de inmediato se abocó a formar el capital con el concurso de Dreyfus, Otto Bember, la Banca de París y la Societé Generale.
A mediados de 1906 comenzó la construcción que, estimo, se inició desde ambas puntas: Villa Diego por el norte y Almirante Solier por el sur. Ésta 27 kilómetros de Bahía Blanca, pues 797 kilómetros, con las 56 estaciones, quedó terminada a fines del año 1910.
Contaba la empresa, al momento de iniciar el tráfico, con 50 locomotoras, 37 coches de pasajeros y 1129 vagones. Para completar la operatividad del FC se creó un empalme desde Casilla 12 en Rosario a Villa Diego (13 kilómetros) para que los trenes de pasajeros iniciaran el servicio desde Rosario Central. El tren inaugural partió de ésta el 16 de diciembre de 1910 en horas de la mañana, con la locomotora adornada con banderas argentinas y francesas. A unos 100 kilómetros el tren se detuvo en Bigand, ahí las autoridades y el personal almorzaron, agasajados por el vecindario, y pernoctaron, para reiniciar el viaje el día 17, arribando a Almirante Solier a las 16:50. La estación engalanada con los colores argentinos y franceses por ser la empresa de esa nacionalidad, el pueblo con demostraciones de bienvenida, hizo uso de la palabra el comandante de la base naval de Puerto Belgrano, el Almirante More, y por la noche, en el coche comedor del tren se sirvió un banquete para 50 personas, donde asistieron el gerente de la empresa, Francoise Sisque, y tal vez los socios capitalistas.
Para crear este ferrocarril, los señores Alvear, Dreyfus, Bember y demás socios, habrán pensado que con él captaban todo el tráfico de cereal del sur de Santa Fe, Córdoba y norte de Buenos Aires, abaratando fletes, para embarcarlo en puerto de aguas profundas, pero siendo un FC de una sola línea, sin ramales que se adentran en los campos, además con la competencia del FC Sud, no fue así. Trabajó a pérdida, y el puerto de aguas profundas, con dos muelles de 250 metros cada uno, donde podrían operar a la vez cuatro barcos de 125 metros, y además equipado con 16 grúas eléctricas, en el año 1912 fue expropiado por el Gobierno Nacional y entregado a la Base Naval.
Todos los trabajos estuvieron a cargo de la empresa Ensert, de capital francés, que se ocupó del tendido de vías, construcción de las 54 estaciones, todas iguales, de mampostería con oficina de telégrafo para el auxiliar, oficina para el jefe, sala de espera, sanitarios, el techo de las plataformas era novedoso, pues caían hacia el cuerpo del edificio, y anexada a la estación en un mismo cuerpo estaba la casa para el jefe…
Ampliaré…
Abel Fernández