Apareció un iceberg cerca de la costa de Ushuaia y pusieron en alerta a los barcos

La enorme masa de hielo fue detectada por la tripulación de un buque pesquero de bandera argentina. Prefectura Naval montó un operativo de seguridad y aconseja navegar con precaución por la zona.


Personal de la Prefectura Naval Argentina (PNA) lleva adelante un operativo de seguridad de la navegación desde el último sábado por la presencia de un iceberg en cercanías a la costa de Ushuaia, en la provincia de Tierra del Fuego. Ante este hallazgo, la fuerza de seguridad marítima aconseja a las embarcaciones que naveguen con precaución por la zona.

Fuentes de PNA precisaron que la enorme masa de hielo fue avistada a las 15.24 del último 22 de junio por tripulantes del buque pesquero Echizen Maru, de bandera argentina, cuando se encontraba a unas 6.6 millas náuticas -12.2 kilómetros- de su posición. Los navegantes la visualizaron tanto por sus propios medios como por radar, y de inmediato se le dio aviso a la fuerza de autoridad marítima argentina.

De acuerdo al mapa difundido por la PNA, el iceberg no llegó a ingresar al Canal de Beagle, sino que flotó frente a la Isla de los Estados, a unos 300 km en línea recta de la ciudad de Ushuaia.

La Prefectura Naval Argentina recomienda navegar con precaución por la zona cercana al iceberg.

Según informó la PNA en un comunicado, “el Servicio de Tráfico Marítimo, Fluvial y Lacustre de la Institución se encuentra abocado a difundir el acontecimiento a los buques que se encuentran navegando en la jurisdicción, empleando medios informáticos y emitiendo avisos desde los Centros de Control y Gestión Marítimos”.

Asimismo, pidieron a los navegantes que circulen por la zona “con precaución”, y al mismo tiempo aconsejaron “evitar aproximaciones innecesarias” al iceberg con el objetivo de disminuir los riesgos ante una posible colisión.

La ciudad de Ushuaia fue noticia en mayo de este año debido a la tormenta solar más intensa registrada en dos décadas, que provocó un evento extraordinario en la ciudad fueguina. En la capital de la provincia de Tierra del Fuego, conocida como el “Fin del Mundo”, se observaron auroras australes al caer la noche, un fenómeno raramente visto en esa localidad y que cautivó a los habitantes, quienes salieron a las calles para admirar este espectáculo.

En esta oportunidad, el fenómeno también se experimentó en la Base Marambio de la Antártida, donde el excepcional espectáculo de luces se tornó observable principalmente durante la noche.

La Base Orcadas fue otro punto antártico que registró auroras, siendo esta la primera vez que se documenta un evento de este tipo en este lugar, según informes del Servicio Meteorológico Nacional. Habitualmente, las auroras son más frecuentes en la Base Belgrano II, ubicada más al sur.

Aurora austral en Ushuaia.

Las auroras son fenómenos naturales que suelen ocurrir en las regiones polares de la Tierra. Se caracterizan por espectaculares luces de colores en el cielo nocturno, resultado de la interacción entre partículas cargadas del Sol y la atmósfera de la Tierra. Por lo general, estas manifestaciones luminosas son más habituales cerca del Círculo Polar Ártico, en lugares como Escandinavia, Canadá, Alaska y Rusia, aunque en periodos de intensa actividad solar pueden observarse en latitudes más bajas.

Las hipótesis de los científicos

Según los científicos, hay varias hipótesis sobre el origen del iceberg en ese lugar.

La masa de hielo fue divisada por tripulantes del buque pesquero Echizen Maru, de bandera argentina, cuando se encontraba a unas 6.6 millas náuticas o marinas (12.2 kilómetros) de su posición, según informó Prefectura Naval Argentina (PNA).

El iceberg no llegó a ingresar al Canal de Beagle, sino que flotó frente a la Isla de los Estados. Aún no se conocen precisiones sobre el origen de la placa de hielo, pero el científico Jorge Rabassa, investigador superior en geología del Conicet, en Tierra del Fuego, consideró que habría al menos dos posibles explicaciones de la aparición del iceberg en ese lugar.

“Lo menos probable es que se trate de un témpano generado por una lengua glaciaria flotante desde los Andes chilenos”, dijo el investigador.

La otra posibilidad es que “podría ser un témpano originado en un glaciar de la Península Antártica o de las Islas Shetland del Sur. Pero implicaría que hayan soplado vientos muy fuertes con orientación oeste-sudoeste”, comentó Rabassa. “Es lógico que se haya dado el alerta para los barcos cercanos para evitar choques”, señaló.

En tanto, Lucas Ruiz, doctor en ciencias geológicas e investigador del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), del Conicet en Mendoza, Argentina, afirmó: “No es raro que aparezcan icebergs en la zona, especialmente en invierno cuando la temperatura del mar es baja. Por el tamaño no es uno de los icebergs que se haya monitoreado. Solo se monitorean los más grandes. Por lo cual, no sabemos de qué parte de la Antártida viene”.

La amenaza del cambio climático

En la Antártida, los icebergs junto a las plataformas de hielo de las que se desprenden son los últimos bastiones que protegen el casquete glaciar antártico del derretimiento.

El desprendimiento de icebergs y el colapso de las plataformas de hielo suelen ser señales de alarma de un inminente aumento del nivel del mar. Eso se debe a que esas plataformas impiden que el casquete glaciar desemboque en el océano y suba el nivel del mar. Ese riesgo puede afectar a zonas costeras y a cien millones de personas en todo el mundo.

La Antártida tiene la capa de hielo más antigua y grande de la Tierra. Ésta incluye el casquete glaciar, las corrientes de hielo y las plataformas de hielo.

En condiciones idóneas, hay un equilibrio entre la masa que se gana por las nevadas y la masa que se pierde a través del flujo de hielo hacia el océano, donde se produce el derretimiento de las plataformas de hielo y de los icebergs, según explicaron los investigadores Gianluca Marino y Beatriz Galindo, de la Universidade de Vigo, España, en The Conversation.

Si el derretimiento a lo largo de la costa excede las nevadas en el interior de la península, la Antártida pierde masa y el nivel del mar sube.

La glaciación del continente blanco ocurrió hace unos 34 millones de años, cuando su aislamiento tectónico resultó también en su aislamiento térmico por el desarrollo de la corriente circumpolar antártica. Mientras tanto, los niveles de CO₂ atmosféricos descendieron hasta alcanzar una concentración superior a la actual, aproximadamente un 80 % más.

El año pasado se informó que el hielo marino de la Antártida estaba en los niveles más bajos para esta época del año desde que comenzaron los registros, hace 45 años.

Qué pasa con el hielo marino de la Antártida

Cada año, el hielo marino de la Antártida se reduce a sus niveles más bajos hacia fines del mes de febrero, durante el verano. Pero luego, la extensión del hielo marino vuelve a aumentar durante el invierno. Sin embargo, el año pasado, los científicos observaron una situación diferente.

El hielo marino no volvió a los niveles esperados en comparación con el período 1981 a 2010. Según la información del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC es la sigla en inglés) de los Estados Unidos, el hielo se encuentra en los niveles más bajos para esta época del año desde que comenzaron los registros, hace 45 años.

Los científicos del NSIDC estimaron que a mediados de julio, el hielo marino de la Antártida estaba 2,6 millones de kilómetros cuadrados por debajo del promedio del período que va desde 1981 a 2010. Esto significa un área casi tan grande como Argentina o las áreas combinadas de Texas, California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah y Colorado, que son parte de los Estados Unidos. “El hielo marino que rodea el continente antártico sigue siendo excepcionalmente bajo”, informó NSIDC.

La extensión del hielo antártico es inferior en más de 2,6 millones de kilómetros cuadrados a la media de 1981 a 2010. (Europa Press)

Sebastián Marinsek, jefe del Departamento de Glaciología del Instituto Antártico Argentino, explicó: “El hielo marino es el mar que se congela por las bajas temperaturas, principalmente durante el invierno. En el verano, se descongela en gran parte. Su extensión se mide a través de satélites, que permiten contar los kilómetros cuadrados de hielo diariamente y se ha realizado durante 45 años”.

“Lo que se observó ahora es que hay menos extensión del mar congelado. Eso no implica que haya habido un desprendimiento de hielo en la Antártida”, destacó Marinsek.

“La extensión del hielo antártico es hoy inferior en más de 2,6 millones de kilómetros cuadrados a la media de 1981 a 2010. El año pasado ya había bajado, en valores menores al promedio. Este año son valores menores aún. Las razones de por qué este cambio está ocurriendo aún no están claras”, afirmó Marinsek, quien investiga el glaciar Bahía del Diablo y Crane, entre otros, que se encuentran en el continente y no en el hielo marino.

(Infobae)

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