La Dirección de Medicina Transfusional del Ministerio de Salud de la Nación estima que, si el 3 al 5% de la población sana donara dos veces al año, se abastecería el total de los requerimientos del país.
La sangre es un derecho y una necesidad: sin sangre no hay vida, ésta no se puede fabricar, hay que recibirla con la cantidad y calidad suficiente, y en el momento y lugar que se necesite. Lógicamente, sin la existencia de los donantes de sangre, es imposible que la medicina transfusional se desarrolle y más aún realizar un soporte sostenido a la medicina de alta complejidad.
En distintas situaciones de emergencias médicas se evidencia la necesidad de componentes sanguíneos y es donde se acude a la donación por reposición. Ante una urgencia, por accidentes, intervenciones quirúrgicas complejas, trasplantes, enfermedades onco-hematológicas, o hemorragias maternas postpartos, por nombrar algunos casos, el donante se acerca a los centros de salud, generalmente por solicitud médica o por pedido de un familiar y realiza el acto de donación. El sistema de donación sanguínea por reposición es la forma cotidiana de cubrir la demanda transfusional en Argentina.
Donación voluntaria vs. donación por reposición
Organismos internacionales como la OMS y la OPS, recomiendan reemplazar el modelo de donación de reposición, por el 100% de donación voluntaria por los siguientes motivos: en países donde se ha logrado este modelo, se ha demostrado, con datos epidemiológicos y evidencia científica, suficiencia, calidad y la más alta seguridad en las transfusiones, particularmente en lo referente a la transmisión de infecciones.
La Dra. Miriam Maria Mendez (MN: 114480), especialista en Hemoterapia e Inmnohematologia y jefa del Banco de Sangre del Hospital Alemán, explica: “Lo clave para tener en cuenta es que, a diferencia del donante por reposición, el donante voluntario y habitual tiene estas caracterísiticas”:
- Es el donante más seguro, por su perfil altruista y porque se encuentra mejor informado, conociendo cabalmente el proceso. Sabe que los estudios que se realizan en la sangre para detección de infecciones transmisibles por transfusiones, tiene limitantes, como el período de ventana: lapso de tiempo que cada infección necesita para que las pruebas de laboratorio puedan detectarlas.
- El voluntario es consciente de las situaciones que pueden implicar mayor riesgo en la transmisión de infecciones y, por tanto, se cuida en no incurrir en ellas o en su defecto se abstiene de donar.
- Dona sangre por convicción y por solidaridad con la certidumbre de ayudar al prójimo, sin presiones ni obligación familiar o laboral, y cuida su salud para poder seguir donando.
- La información y el conocimiento lo empoderan para derribar las barreras (y mitos) que le impiden ver la importancia primordial que representa el donante de sangre para el sistema de salud.
- La responsabilidad social adquirida por el donante voluntario contribuye decididamente al bienestar de la comunidad y particularmente del paciente y su entorno familiar (al no preocuparse en forma desesperada de buscar donantes).
- No espera retribución alguna y como toda manifestación solidaria, lo ofrece como pequeño gesto anónimo que da solución a un gran problema.
- Acude a donar, en forma habitual y repetitiva, sin esperar un pedido. Desde la donación de sangre hasta la utilización de sus componentes pasan por lo menos 24 horas, por lo cual, si la donación se realiza ante una emergencia, ya se está llegando tarde.
- Sabe que la regularidad de una donación permite disponibilidad de sangre para quien la necesite, en tiempo y forma.
- Facilita un relevamiento estadístico de las condiciones hematológicas e infectológicas de la población, garantizando además la prevención de infecciones transmisibles por transfusión.
La situación en Argentina
“La donación voluntaria de sangre en Argentina ha aumentado muy gradualmente y con mucho esfuerzo a través del tiempo. En 2006, el porcentaje de donantes voluntarios era de 6%, mientras que en 2013 era de 35%. En la actualidad aún sigue siendo bajo, sólo el 55% dona voluntariamente. Es de vital necesidad poner en la agenda pública la importancia de los donantes y de la sangre segura como recurso para la atención de excelencia en la salud. Debemos lograr que la sangre espere al paciente y no que el paciente espere la sangre o sus componentes”, puntualiza Mendez.
Además, agrega: “A corto y mediano plazo, las metas deberían ser: educación permanente, tanto en el ámbito educativo como en el sanitario, para cambiar paulatinamente el modelo de donación de reposición por el de voluntaria y habitual. Además, formar sobre la necesidad de la disponibilidad de la sangre y componentes sanguíneos para toda la población, contrarrestando aquellos frenos subconscientes, mitos y temores, que pudieran existir. A largo plazo, la meta es lograr el 100% de las donaciones voluntarias y así mantener la estabilidad y un suministro de sangre segura en todo el país”.
Los tres objetivos a lograr son:
- Autosuficiencia, con base en la donación voluntaria y habitual.
- Garantías de seguridad para el receptor y el donante.
- Uso óptimo de los componentes sanguíneos y sus derivados.
“La escasez de donantes regulares impacta en la suficiencia, por lo tanto, en el abastecimiento de hemocomponentes para cumplir con las demandas habituales en los centros de alta complejidad, con la consiguiente suspensión o reprogramación de cirugías o tratamientos médicos, falta de garantías en la seguridad transfusional para el receptor y uso indebido o incorrecto de los componentes sanguíneos. La falta de donantes regulares atenta contra la seguridad del paciente. La transfusión sanguínea salva vidas y mejora la salud, pero muchos pacientes que la necesitan no tienen acceso oportuno a sangre segura”, continúa.
Campaña 600 x VOS
La ciudad de Benito Juárez no escapa a la realidad nacional. Abocados a la comunidad y a su bienestar, un grupo de docentes del Colegio “Campos Verdes”, se replantea la situación y se compromete con esta misión: La donación voluntaria de sangre, en Benito Juárez, como único modelo de donación. El impacto comunitario de este proyecto es muy relevante, ya que transita en aspectos organizativos de trabajo en equipo entre el Colegio Campos Verdes y el Área de Hemoterapia del Hospital local, involucrando a la comunidad toda a través de sus entidades intermedias.
La ciudad, situada en un partido bonaerense, con 20 mil habitantes, datos demográficos que indican que cuenta con aproximadamente 9.000 personas como potenciales donantes. Sin embargo, no se alcanza a cubrir la demanda total anual. Por lo tanto, piensan una campaña con innovaciones estratégicas de mayor concientización, proponiéndose como objetivo: 600 donantes anuales voluntarios de sangre: 600 x VOS. A su vez, este proyecto, según los resultados obtenidos, podría tomarse como referencia para comunidades de similares características, ampliando la experiencia para hacerla extensiva a otras localidades de la provincia de Buenos Aires con similares características a las de la comunidad de B. Juárez.
“La donación voluntaria (Campaña “600 x VOS”) está descripta como acción solidaria en el Proyecto Institucional. Esto obliga a un abordaje anual desde lo educativo, no solo involucrando a distintas áreas: sociales, inglés, naturales, prácticas del lenguaje, etc. con el logro de productos escolares con un fin específico, sino también a una apertura externa para la promoción comunitaria”, explica Mendez.
“Todos en algún momento de la vida, o algún familiar, podríamos necesitar de una transfusión, por lo cual es vital este simple gesto solidario: dar vida en vida. Si sos una persona sana, podés donar, no esperes a que alguien te lo pida, o a donar algún día, la necesidad es hoy y es todos los días. Si por alguna razón, temporaria o permanente, no podés donar, de igual manera podés contribuir satisfactoriamente, transmitiendo la importancia de la donación voluntaria y habitual”, cierra la especialista.
(TN)