Un hombre fue asesinado a balazos en la madrugada del jueves frente a un kiosco en el barrio porteño de Recoleta. La secuencia quedó registrada por una cámara de seguridad y, según la primera hipótesis policial, se trataría de un ajuste de cuentas.
El hecho ocurrió en Paraguay al 2900, entre Agüero y Laprida. Fuentes de la Policía de la Ciudad informaron que un testigo presenció cómo el atacante descendió de un vehículo, se acercó por la espalda de la víctima y, sin mediar palabra, disparó en reiteradas ocasiones. Luego, le sustrajo una riñonera y huyó a pie.
El video de seguridad, de casi dos minutos de duración, muestra a varias personas en la entrada del comercio. La víctima, vestida con una remera oscura y bermuda clara, se acerca al kiosco cuando el agresor, con un buzo oscuro y capucha, lo aborda rápidamente, extrae un arma y dispara a quemarropa.
Tras el ataque, el hombre quedó gravemente herido sobre la vereda, mientras un charco de sangre se expandía a su alrededor. Los testigos, aterrorizados por las detonaciones, se dispersaron en busca de resguardo. Segundos después, un oficial de la Policía de la Ciudad llegó al lugar, intentó asistir a la víctima y solicitó refuerzos por radio.
Personal de la Comisaría Vecinal 2B se hizo presente y confirmó que el hombre presentaba varios impactos de bala en la espalda. En la fachada del kiosco se detectaron al menos dos disparos adicionales. La víctima fue trasladada de urgencia por el Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) al Hospital Fernández, donde finalmente falleció. Su identidad aún no fue confirmada.
Como parte de la investigación, las autoridades incautaron el vehículo del que habría descendido el atacante y recogieron cuatro casquillos de bala en la escena del crimen. La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 13, a cargo de Marcelo Roma, junto con la Secretaría de Maximiliano Datsira, tomó intervención en el caso y caratuló la causa como homicidio. Según fuentes cercanas a la investigación, la principal línea apunta a un ajuste de cuentas como móvil del ataque.
(Fuente: La Nación)