El Papa Francisco recibió el alta médica tras permanecer más de cinco semanas internado en la clínica Gemelli de Roma a causa de una neumonía bilateral. En su primera aparición pública desde el hospital, el Sumo Pontífice saludó a los fieles y expresó su agradecimiento antes de regresar al Vaticano para continuar con su recuperación.
El Papa, de 88 años, se presentó en el balcón del hospital en silla de ruedas y saludó a la multitud con un gesto de pulgar en alto. “¡Gracias a todos!”, expresó con voz tenue ante los fieles que se congregaron en la entrada principal del centro médico. Posteriormente, abordó un vehículo para trasladarse a la residencia de Santa Marta, donde continuará un proceso de recuperación que se extenderá por al menos dos meses.
Según informaron fuentes médicas, la evolución de Francisco ha sido favorable, aunque su estado sigue requiriendo cuidados. Durante la internación, el Pontífice enfrentó complicaciones derivadas de la infección pulmonar, incluyendo episodios de insuficiencia respiratoria que obligaron a los médicos a brindarle asistencia con ventilación mecánica no invasiva.
El director del equipo médico que lo atendió, Sergio Alfieri, indicó que en dos momentos la vida del Papa estuvo en riesgo debido a las crisis respiratorias agudas. “Hubo momentos críticos, pero siempre se mantuvo consciente y cooperativo”, explicó el especialista. En las últimas semanas, Francisco mostró una leve mejoría, permitiéndole reducir el uso de asistencia respiratoria y recuperar progresivamente su movilidad.
A su llegada al Vaticano, Francisco retomará su agenda con restricciones, evitando esfuerzos prolongados mientras sigue un tratamiento con medicación oral y fisioterapia respiratoria. Por el momento, el Vaticano no ha confirmado su participación en próximos eventos, incluyendo las ceremonias de Semana Santa o el encuentro programado con el rey Carlos III el 8 de abril. No obstante, fuentes cercanas indicaron que el Papa podría estar en condiciones de viajar a Turquía a fines de mayo para un compromiso ecuménico.
Esta hospitalización ha sido la más prolongada en los 12 años de su pontificado y la segunda más extensa en la historia reciente de la Iglesia, solo superada por la internación de Juan Pablo II en 1981. Su recuperación es seguida con atención por la comunidad católica, en un año marcado por el Jubileo, que se espera atraiga a millones de fieles a Roma.
