El ex presidente estadounidense Joe Biden, de 82 años, fue diagnosticado con una forma agresiva de cáncer de próstata que ya presenta metástasis en los huesos. La información fue confirmada este domingo por su equipo de prensa a través de un comunicado oficial.
Según se indicó, la enfermedad es sensible a las hormonas, lo que abre posibilidades de tratamiento efectivo, aunque aún se encuentran en etapa de evaluación junto con su familia y el equipo médico.
El diagnóstico se conoció apenas días después de que Biden pasara por una serie de estudios en un hospital de Filadelfia, tras detectarse un nódulo en la próstata que requirió análisis complementarios. Desde entonces, se mantenía reserva sobre su estado de salud hasta que este fin de semana se dio a conocer el cuadro completo.
Biden, quien gobernó Estados Unidos entre 2021 y 2025, había mantenido un perfil bajo desde que dejó la presidencia, y su estado físico ya era motivo de atención pública durante sus últimos meses en la Casa Blanca.
Durante su mandato, fue sometido a múltiples chequeos médicos, incluido un examen físico realizado en febrero de 2024 en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed. En esa oportunidad, el informe oficial lo calificó como un “hombre saludable y vigoroso”, con dolencias menores como rigidez al caminar, apnea del sueño y neuropatía sensorial periférica en los pies. No obstante, el parte no incluyó una evaluación cognitiva formal, hecho que fue duramente cuestionado por parte de la oposición y de algunos sectores de su propio partido.
El episodio más crítico ocurrió en junio de 2024, durante el primer debate presidencial frente a Donald Trump, cuando se lo vio dubitativo, con dificultades para expresarse con claridad. Desde la Casa Blanca atribuyeron aquel desempeño a un resfriado y al desgaste físico acumulado, pero el episodio profundizó las dudas sobre su capacidad para continuar en carrera electoral.
En julio de ese año, y tras una serie de debates internos dentro del Partido Demócrata, Biden decidió abandonar su candidatura a la reelección y respaldar públicamente a la entonces vicepresidenta Kamala Harris. Sin embargo, en noviembre, el republicano Donald Trump logró imponerse en las urnas y volvió a asumir la presidencia en enero de 2025.
Ahora, el diagnóstico oncológico de Biden suma una nueva preocupación en torno a su estado de salud. Su entorno más cercano se encuentra abocado a definir el tratamiento más adecuado, mientras el ex mandatario se mantiene alejado de la vida pública.