Una histórica tormenta golpeó con fuerza el corazón de Texas durante el fin de semana del 4 de julio, dejando un saldo provisorio de 82 personas muertas, entre ellas más de 20 menores, y decenas de desaparecidos. Las autoridades locales y federales mantienen el operativo de emergencia activo, mientras continúan las tareas de rescate y asistencia.
Un diluvio sin precedentes
La zona más afectada fue el condado de Kerr, al oeste de Austin y San Antonio, donde en solo unas horas se acumuló más agua que la media mensual. Ríos, arroyos y caminos colapsaron, y viviendas, autos, rutas y hasta campamentos de verano quedaron arrasados.
Entre los puntos más dramáticos figura el Camp Mystic, un histórico campamento cristiano para niñas ubicado a orillas del río Guadalupe. Allí, varias menores quedaron atrapadas por la crecida y al cierre de esta edición seguían desaparecidas al menos 11 niñas y una consejera.
Cronología del desastre
Viernes 4 de julio:
- A las 7 de la mañana se ordenó la evacuación urgente de las zonas ribereñas del río Guadalupe.
- A las 10, ya se hablaba de “múltiples fallecidos”.
- El juez del condado, Rob Kelly, advirtió que la inundación “supera ampliamente la de 1987; es la más alta en la historia local”.
- Durante el día se intensificaron los rescates. Muchos vecinos fueron sorprendidos mientras dormían.
- El campamento Mystic perdió comunicación por horas. A pesar de la angustia, emitió un comunicado asegurando que muchas niñas estaban a salvo, pero reconoció dificultades para recibir asistencia.
- Por la noche, se confirmaron 24 víctimas fatales y persistía la búsqueda de más de 20 niñas desaparecidas.
Sábado 5 de julio:
- La situación empeoró en los condados vecinos de Travis y Burnet, donde cayeron hasta 17 centímetros más de lluvia.
- Nuevas alertas por inundaciones fueron emitidas para un área que abarcaba varios distritos del centro del estado.
Domingo 6 de julio:
- Se confirmó que solo en Kerr hubo 59 muertes, 21 de ellas niñas y niños.
- La cifra total de fallecidos ascendió a 82.
- Se desplegaron más de 400 rescatistas, perros rastreadores y helicópteros en la búsqueda.
- El gobierno estadounidense, a través de la FEMA, activó un protocolo de emergencia nacional luego de que el presidente Donald Trump firmara la declaración federal de desastre.
Una catástrofe con impacto nacional
Las lluvias superaron cualquier previsión, generando un colapso generalizado del sistema de evacuación y asistencia. Desde campamentos infantiles hasta autopistas interestatales, todo quedó bajo el agua. La devastación dejó una marca profunda no solo en Texas, sino en todo Estados Unidos, que observa conmovido una de las mayores tragedias por lluvias de los últimos tiempos.
Las autoridades continúan con tareas de identificación, asistencia humanitaria y reconstrucción. En tanto, se esperan nuevas tormentas para los próximos días.
