Marcas de ropa bajan precios y adelantan liquidaciones por la caída del consumo y el avance de la importación

Según datos recientes de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), entre enero y abril de este año las importaciones crecieron un 83% en dólares y un 121% en volumen, con un precio promedio por prenda un 17% más bajo que en 2024. Esta situación derivó en promociones agresivas, ajustes de márgenes y liquidaciones anticipadas.

Algunas marcas como Etiqueta Negra, Gola y Equus bajaron sus precios de lista entre un 10% y un 40%, en un intento por recuperar terreno frente al aumento de productos extranjeros. “Nos adaptamos a la reducción de aranceles para importación y lo trasladamos al consumidor”, explicó Federico Álvarez Castillo, titular de las dos primeras marcas.

Desde Equus, sus CEOs Pedro y Martín Wolfsohn remarcaron que buscan acompañar al consumidor argentino “con calidad y precios accesibles”, en una estrategia de largo plazo.

La baja de aranceles dispuesta por el Gobierno —que pasó del 35% al 20% para indumentaria y calzado, y bajó también para tejidos e hilados— también generó un nuevo mapa para los fabricantes locales. Marcas como Cheeky, Como Quieras y Awada, pertenecientes al grupo Altatex, ya venían preparando una estrategia de ajuste: redujeron márgenes, mantuvieron promociones activas y priorizaron el volumen de ventas antes que la rentabilidad.

“Si importáramos más, bajarían los costos, pero destruiríamos empleo nacional. Buscamos un equilibrio”, dijeron desde Altatex, que también modificó su política de precios internos y mantuvo ofertas como 2×1 y 3×2 en muchos productos.

Grisino y Mimo también se sumaron a las rebajas, con descuentos de hasta 50%. En tanto, el grupo Mazalosa (Portsaid, System Basic y Desiderata) adoptó una política de precios sostenida, revisando estructuras internas y fortaleciendo su programa de fidelización, que ya tiene 15 años de vigencia. “Trabajamos precio sobre precio desde hace dos temporadas. Analizamos artículo por artículo lo que pasa con nuestras clientas”, indicó Álvaro Pérez Esquivel, vocero del grupo.

Por otro lado, el empresario Roly Tarrab —dueño de Billabong y Element— sostuvo que no apelarán a promociones masivas porque sus precios ya están alineados con los valores internacionales. En cambio, invirtieron en la apertura de nuevos locales y mantendrán los precios de esta temporada iguales a los del verano pasado.

Desde la industria textil coinciden: “En mayo, el consumo se frenó. El mercado está parado y las marcas necesitan liquidez para afrontar la próxima producción”. Las rebajas, por tanto, son tan necesarias como inevitables.

El nuevo esquema de apertura comercial impactó de lleno en el mercado local. En los primeros cuatro meses del año, Argentina importó ropa por USD 224 millones, con un salto del 171% solo en abril. El 57% del volumen provino de China, con un precio promedio por unidad de apenas USD 13.

Los productos más ingresados fueron abrigos, sweaters y pantalones, que aumentaron más de un 70% en valor y hasta un 90% en volumen. En el caso de remeras y ropa interior femenina, los precios promedios bajaron hasta un 48%, generando una fuerte presión sobre la producción nacional.

A contramano, las exportaciones cayeron un 18% en dólares y un 21% en volumen. El valor promedio por prenda exportada fue de USD 32,3, una suba marginal del 3,8%, insuficiente para compensar la caída del mercado interno.

En un contexto en el que el consumidor cuida cada peso, las marcas locales apuestan a descuentos, promociones y precios más competitivos para sobrevivir a una temporada que —según advierten desde el sector— será de alto riesgo.

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