En un nuevo capítulo de escalada bélica en Medio Oriente, el gobierno israelí confirmó este viernes en la madrugada que llevó adelante un “ataque preventivo” contra Irán, dirigido principalmente a sus instalaciones nucleares y objetivos militares estratégicos. El primer ministro Benjamin Netanyahu aseguró que la ofensiva, denominada “Operación Nación de Leones”, busca frenar “la amenaza existencial que representa el programa nuclear iraní”.
El Ministerio de Defensa israelí advirtió a la población civil que se prepare para “un ataque con misiles y drones en el futuro inmediato” y declaró el estado de emergencia especial en todo el territorio. A su vez, el ejército israelí informó que se completó la primera etapa de la operación, con decenas de aviones de combate que bombardearon múltiples sitios clave en Irán, incluyendo la central nuclear de Natanz y el cuartel general de la Guardia Revolucionaria en Teherán.
Irán responde: amenazas de Khamenei y explosiones en Teherán
En respuesta al ataque, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, lanzó una advertencia contundente: Israel enfrentará un “destino amargo y doloroso” por la ofensiva aérea. La televisión estatal iraní reportó una ola de explosiones en la capital Teherán, así como nuevas detonaciones en Natanz, uno de los centros neurálgicos del desarrollo nuclear del régimen persa.
Entre las bajas más significativas del ataque se encuentra Hossein Salami, comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica, según confirmaron medios oficiales iraníes como Tasnim. Salami era considerado una figura clave en el aparato militar y de inteligencia iraní, con una fuerte influencia regional.
Estados Unidos se desmarca del ataque
El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, aseguró que Estados Unidos no participó ni brindó asistencia en la operación. “Fue una acción unilateral de Israel”, declaró. En paralelo, el presidente Donald Trump convocó de urgencia al Consejo de Seguridad Nacional para analizar el nuevo escenario.
La embajada de EEUU en Israel ordenó a su personal que se refugie de inmediato, mientras que el Pentágono confirmó que no tuvo ningún tipo de implicancia en el bombardeo.
Consecuencias geopolíticas y económicas
El impacto del conflicto no se limitó al terreno militar. El precio del petróleo se disparó más de un 10% en cuestión de horas, tras conocerse los primeros informes sobre el ataque. El espacio aéreo de Israel, Irak y otros países de la región fue cerrado, y aeropuertos clave como el Ben Gurion suspendieron sus operaciones.
Desde el Senado estadounidense, el líder republicano John Thune sostuvo que “Irán nunca debe tener acceso a un arma nuclear” y manifestó el apoyo del Congreso a Israel.
Declaraciones cruzadas y posible escalada
El jefe del ejército israelí, general Eyal Zamir, advirtió que el conflicto está lejos de terminar y pidió a la ciudadanía que se prepare para una eventual represalia iraní: “No podemos prometer un éxito absoluto. Esto es una campaña histórica como ninguna otra”.
Incluso la oposición israelí respaldó la decisión del gobierno. Yair Lapid, líder opositor, declaró su “pleno apoyo” a la operación militar.
Israel, por su parte, ratificó que continuará con la operación los días que sean necesarios, mientras aumentan las alarmas en Tel Aviv, Jerusalén y otras grandes ciudades. La región se mantiene en máxima tensión ante la posibilidad de una guerra abierta de consecuencias globales.