Reelección eterna, censura y violencia: el régimen de Insfrán, al borde del quiebre democrático

Insfrán, en el poder desde 1995, se aferra al sillón con métodos cada vez más cuestionados: denuncias de censura, agresiones físicas a candidatos opositores, uso sistemático de la ley de lemas —un mecanismo electoral amañado que favorece al oficialismo— y hasta compra de votos con bolsas de comida. En paralelo, impulsa cambios constitucionales sin transparencia y sin haber informado públicamente el contenido de los artículos a reformar.

Desde el Frente Amplio Formoseño, principal fuerza opositora, advierten que el oficialismo planea incluir un artículo que limitaría la libertad de expresión en redes sociales, el único espacio donde aún no lograron imponer el control total. «Es lo único que Insfrán no puede controlar. Por eso, ahora quiere meterlo en la Constitución», denunció la diputada Gabriela Neme.

El trasfondo político es claro: tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en diciembre de 2023 que prohibió su octavo mandato consecutivo, Insfrán convocó a una reforma constitucional sin detallar públicamente los puntos a modificar. «Quiere eliminar la reelección indefinida pero con una cláusula tramposa, que la restricción sea solo de ahora en adelante y que no se le cuenten los 29 años que lleva en el poder», explicó Miguel Montoya, presidente de la UCR formoseña.

En las últimas semanas, la tensión electoral escaló a niveles alarmantes. Hubo agresiones físicas a candidatos y militantes opositores, campañas interrumpidas violentamente y denuncias públicas sobre clientelismo directo. En El Colorado, el intendente Mario Brignole fue filmado explicando un procedimiento para comprar votos con alimentos: “Dos cosas vamos a pedirles el domingo: el comprobante que votó y el troquel para darle la comida”, se lo escucha decir en un video.

La situación se volvió aún más grave con el ataque sufrido por la diputada Agostina Villaggi (UCR), quien fue golpeada, arrastrada del cabello y arrojada al barro mientras participaba de un almuerzo popular en el barrio Lote 111 de la capital formoseña. «Nos aprestábamos a compartir un locro con los vecinos y fuimos brutalmente agredidos por una patota liberada por Marcelo Sosa, candidato a concejal del oficialismo», denunció Villaggi.

Este domingo, Formosa enfrenta una elección bisagra. En juego no solo está el equilibrio de fuerzas en la Legislatura, sino también la posibilidad de evitar que el régimen de Insfrán reescriba la Constitución a su medida. En una provincia donde el poder se concentra sin límites desde hace casi tres décadas, la oposición se aferra a la esperanza de frenar lo que muchos ya califican como una autocracia enquistada en plena democracia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *