Un grupo de senadores de Unión por la Patria generó controversia al solicitar a la vicepresidente Victoria Villarruel que impida a los efectivos de seguridad utilizar los sanitarios del Senado durante los operativos que se realizan los días de protesta. La solicitud fue realizada mediante una carta fechada el 16 de julio, firmada por ocho legisladores, entre ellos el neuquino Oscar Parrilli.
En la nota, los senadores expresaron que la presencia de personal de la Policía Federal, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval y Policía de Seguridad Aeroportuaria en el edificio legislativo “ocasiona molestias” y reclamaron limitar el uso de espacios comunes y baños “a lo estrictamente necesario”. Argumentaron que la concurrencia de uniformados “altera el normal funcionamiento” del Senado y pidieron que se garantice el “cómodo desenvolvimiento del personal legislativo”.
El pedido generó indignación en distintos sectores del Gobierno. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, salió al cruce con dureza: “Insólito pero real. El kirchnerismo pidió que las Fuerzas de Seguridad no usen los baños del Senado. Ya sabíamos que no los querían… pero ni para ir al baño los dejan. Un poco de respeto y sentido común. Son los que nos cuidan todos los días”.

Cabe destacar que los efectivos cumplen funciones esenciales en cada operativo, especialmente los días en que se registran manifestaciones en las inmediaciones del Congreso, como ocurre los miércoles con la movilización de jubilados. Los agentes garantizan el cumplimiento del protocolo antipiquete, cuidando tanto la seguridad de los manifestantes como el libre tránsito.
La carta, además de Parrilli, fue firmada por Silvia Sapag, Antonio Rodas, Cristina López, Carlos Linares, Sergio Leavy, María Eugenia Duré y Gerardo Montenegro. Todos señalaron que las condiciones mínimas para el personal de seguridad deben ser provistas por el Ministerio, pero omitieron considerar que negarles el acceso a un baño dentro del Congreso también es una forma de maltrato hacia quienes arriesgan su vida por la seguridad ciudadana.
Mientras tanto, desde distintos sectores del oficialismo y la sociedad se alzan voces en defensa del personal de las fuerzas: hombres y mujeres que, con compromiso y profesionalismo, están al servicio de todos los argentinos, incluso de aquellos que los desprecian.
