Cinco de las empresas agroexportadoras más influyentes de la Argentina —Bunge, Cargill, Louis Dreyfus, Aceitera General Deheza y ACA— anunciaron su intención de competir por la concesión del ferrocarril Belgrano Cargas, en el marco del plan de privatizaciones que impulsa el Gobierno nacional tras la aprobación de la Ley Bases.
Las compañías, claves en el comercio internacional de granos, trabajan de manera coordinada en una propuesta conjunta para gestionar esta estratégica red ferroviaria, vital tanto para el sector agroindustrial como para el desarrollo de la minería en el norte y noroeste del país.
Reunión clave en Rosario
El anuncio fue realizado tras una reunión encabezada por Miguel Simioni, presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), junto a representantes de las empresas interesadas. Durante el encuentro, se remarcó el objetivo de mejorar la eficiencia logística en regiones alejadas de los puertos, especialmente en el NOA, mediante un sistema ferroviario moderno y competitivo.
Desde la BCR también insistieron en la urgente necesidad de finalizar el circunvalar ferroviario de Santa Fe, obra que permitiría optimizar los tiempos y costos de transporte hacia los puertos del Gran Rosario.
Avance del plan de privatización
La empresa estatal Belgrano Cargas y Logística (BCYL) opera actualmente una red de 7.600 kilómetros de vías en 17 provincias, conectando zonas productivas claves con los centros portuarios. Según fuentes oficiales, el Gobierno avanza hacia una “desintegración vertical” de la compañía, separando sus unidades de negocio para facilitar la licitación por partes.
El proceso está en manos de Diego Chaer, titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, dependiente del Ministerio de Economía. El esquema de privatización incluirá la concesión de la infraestructura ferroviaria —que seguirá siendo propiedad del Estado—, el uso de talleres, y la venta del material rodante mediante subastas públicas.
El modelo contempla una concesión de acceso abierto, lo que obligará al operador adjudicatario a permitir la circulación de otras empresas mediante el pago de tarifas reguladas.
Interés también de empresas mineras
Además del agro, el sector minero también se muestra atento al futuro del Belgrano Cargas. Firmas internacionales como Río Tinto ya expresaron su interés en aprovechar la red ferroviaria para transportar minerales desde zonas cordilleranas hacia los puertos de exportación.
Por ahora, el Gobierno no tiene previsto reactivar los tramos que se encuentran clausurados, ya que eso implicaría evaluaciones sociales y urbanísticas que exceden el alcance inmediato del plan de privatización.
Una puja con peso económico y geopolítico
La futura concesión del Belgrano Cargas se perfila como un punto de inflexión en la infraestructura logística del país. Con el ingreso de actores privados nacionales e internacionales, la red ferroviaria podría modernizarse, pero también concentrar aún más poder en manos de los grandes exportadores.

