Carlos Alberto Robledo, líder del ‘Ministerio de la Salvación’ en Villa Tesei, admitió su culpabilidad en un juicio abreviado. El expediente judicial revela un patrón de sometimiento psicológico y manipulación religiosa, un patrón que lamentablemente se repite en otras comunidades de fe.
A poco más de un año de destaparse una de las tramas más oscuras en una comunidad religiosa de la provincia, la Justicia de Morón sentenció al pastor evangélico Carlos Alberto Robledo a 15 años de prisión. La condena llega tras un juicio abreviado donde el acusado aceptó su responsabilidad por un total de 166 casos de abuso sexual, incluyendo víctimas menores de edad.
El caso, que resonó fuertemente en la opinión pública y dejó al descubierto la vulnerabilidad de los fieles ante sus líderes, comenzó a tomar forma en junio de 2024, cuando trece personas alzaron su voz. La investigación, liderada por la fiscal Marisa Monti de la UFI N° 5 de Morón, habilitó canales de denuncia que terminaron por sumar un impactante número de 166 denunciantes contra el líder del templo «Ministerio de la Salvación», ubicado en Villa Tesei.
El Patrón de Sometimiento: La Fe como Arma
La condena del Tribunal Oral Criminal N° 3, que declaró a Robledo culpable de “abuso sexual simple reiterado en 25 hechos” y “abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal reiterado en 141 hechos”, puso el foco en la principal agravante: haber sido cometido por un ministro de culto religioso.
El expediente judicial no solo probó los hechos, sino que detalló el método sistemático de manipulación utilizado por el pastor entre 2020 y 2024. Robledo explotaba el temor reverencial y el fuerte dominio psicológico que ejercía sobre sus fieles:
- Justificaciones Divinas: El condenado recurría constantemente a argumentos religiosos para justificar sus exigencias sexuales. Afirmaba que sus actos eran por «amor» y que él solo cumplía la «voluntad divina».
- Amenazas de Castigo Espiritual: Ante la negativa de las víctimas, Robledo las sometía emocionalmente. Les decía que estaban «endemoniadas», que si no accedían nunca alcanzarían la «libertad espiritual» o que si se alejaban de él, se apartarían completamente de Dios.
- Intimidación y Violencia: En los casos más graves, se registraron amenazas directas. Una víctima menor de 13 años, que intentó defenderse, fue intimidada con la frase: “Nadie te va a creer porque estás endemoniada”, y amenazada de muerte.
La Urgencia de Visibilizar Estos Casos
El caso de Carlos Alberto Robledo en Morón se suma a una lista preocupante de denuncias que se repiten a lo largo del país, donde supuestos líderes religiosos utilizan su posición de poder y confianza para cometer delitos aberrantes.
Esta sentencia no solo busca la reparación para las 166 víctimas, sino que también sirve como una advertencia crucial sobre la importancia de la supervisión y la rendición de cuentas dentro de las comunidades de fe, y la necesidad de que las víctimas sigan encontrando canales seguros para denunciar estos abusos de poder que, lamentablemente, parecen no acabar.
