Abel Fernández, nuestro vecino matheuense, continúa con el relato publicado días atrás.
Con relación a la expropiación del puerto, esto estaba previsto en el contrato, y el Estado asumió los costos, para entregarlo a la Base Naval.
El tendido del ferrocarril, con sus estaciones, finalizó a fines de 1910. Debieron sortearse diferentes obstáculos como ríos, arroyos, rutas, y las vías de los demás ferrocarriles. Esto demandó la construcción de 44 puentes, entre ellos, el mayor, sobre el río Sauce Grande, de 266 metros, más 36 viaductos para pasar sobre las vías de los distintos ramales, más otros 36 viaductos, los que en conjunto totalizaron 857 metros.
Por el año 1912, Alvear solicitó extender el ferrocarril hasta Bahía Blanca, pero recién se acordó en 1918, y en 1922 se estableció el servicio directo Rosario-Bahía Blanca, arribando el primer tren el 9 de marzo de 1922, y se estableció un servicio local entre Solier y Bahía Blanca, 27 kilómetros.
El servicio regular lo ofrecía el tren 49 que salía de Rosario a las 5, Solier 21.21, Bahía Blanca 21.40 los días lunes y jueves, formado con vagones (tren mixto): vagón postal, furgón, dos coches de segunda clase y uno de primera, y a la cola del coche iba la cocina-comedor. Los mismos elementos regresaban los miércoles y los sábados: Bahía Blanca 5.30, Solier 5.50, Rosario 23.20. Otro servicio lo brindaba el 131/132, Rosario-San Gregorio: menos los domingos, Rosario 18.42, San Gregorio 20.05; y San Gregorio 4.45, Rosario 9.57.
En cuanto al trazado y construcción de las vías, el primer problema se generó en Bombai. El propietario se había mudado a Mendoza, localizaron a los familiares y se superó el problema. Por lo demás, la mayoría de las estaciones llevan los nombres de quienes cedieron el terreno, aunque otros sin nombres definidos tomaban algún accidente del lugar, por ejemplo, “Los Callejones”, “La Carreta”, “El Recado”, “Las Mostazas”, por haber en ese lugar una hierba con ese nombre.
Me detendré en la estación Nueva Suiza, ubicada en el kilómetro 308: un señor, Don Guillermo, del cual no tengo apellido, viajaba periódicamente entre Suiza y Argentina. Un día, conversando con una señora, que resultó ser prima hermana de mi esposa por vía materna, se enteró de familiares en Argentina con los que había perdido contacto. Nos visitó, y hablando, me comentó que siendo muy joven trabajó en la empresa Ensert, tenía asignado un tramo de 10 kilómetros para cuidar estacas demarcatorias por donde pasaría el ferrocarril, para ello contaba con una casilla y un caballo para el recorrido diario. Al llegar la empresa a ese lugar, había que fundar una estación, y pienso: ¿el nombre habrá sido sugerencia de Don Guillermo? Nada me dijo al respecto…
Este ferrocarril fue el primero que nacionalizó Perón al precio de 54 millones de dólares. En 1977 se suprimió el servicio Rosario-Solier, y en 1990 fue entregado en su totalidad a la empresa Ferroexpreso Pampeano, que sólo utiliza el tramo Los Callejones a Rosario.
Ahora todo es tristeza y desolación: pueblos fantasmas, estaciones vandalizadas, de algo que, al decir de muchos, fue una hermosa línea. Tengo referencia de compañeros que trabajaron en ella. La muy bonita y moderna estación Bahía Blanca es ahora terminal de colectivos.
Abel Fernández