Todos asumimos últimamente que cuando uno está ansioso o angustiado, la comida “cae mal”…. esto tiene que ver con las conexiones que encontramos entre el cerebro, las emociones y el sistema digestivo.
Este sistema de conexiones se da a través de hormonas y neurotransmisores, una especie de mensajeros que viajan ida y vuelta entre nuestro intestino y nuestro cerebro. Esto se llama eje cerebro-intestino Las conexiones cerebro-intestino hacen que muchos neurotransmisores que se regulan en el intestino, influyan en nuestro comportamiento social, en nuestro stress, y en todas las emociones.
Una sustancia protagonista de estos estudios es la serotonina, la cual se la conoce como la hormona del bienestar y reguladora de muchos estadios emocionales, y se está estudiando que parte su producción se da en el intestino….
Lo que es más novedoso aún, es que lo que comemos a través de nuestros hábitos alimentarios, es metabolizado/procesado por millones de microorganismos que tenemos en el intestino. ¿Y sabias que estos microorganismos liberan sustancias que se absorben en nuestro cuerpo
Previniendo enfermedades como diabetes, neurológicas, inflamatorias… y también mejorando patologías existentes… Estos microorganismos, en su mayoría bacterias, son llamados microbiota intestinal. Depende la actividad de nuestra microbiota intestinal, puede impactar en nuestra salud y emociones!
Cada persona tiene una microbiota diferente, y puede ser cambiada y fortalecida a través de la alimentación. ¿Qué esperamos para alimentar mejor a nuestras bacterias intestinales? El tiempo es HOY ¿Me creés si te digo que una alimentación basada en frutas, verduras, granos integrales y alimentos más naturales te haría sentir mejor?
M.Belén Deffelippo Tegaldo
Lic en Nutrición MN 8076 MP 3476
belen_deffelippo@hotmail.com
@belendeffelippotegaldo