La CGT convoca a un paro general para el 10 de abril: impacto en trenes, colectivos y subtes

La decisión fue tomada luego de un extenso encuentro en la sede de Azopardo, donde el consejo directivo de la central obrera resolvió profundizar el plan de lucha. Héctor Daer (Sanidad), uno de los líderes del triunvirato que encabeza la CGT, afirmó que la medida “será de 36 horas” e incluirá la marcha del miércoles 9, que comenzará al mediodía en el centro porteño.

Además, los sindicatos confirmaron su participación en la movilización del 24 de marzo por el Día de la Memoria, en homenaje a las víctimas de la última dictadura militar. Para organizar esta protesta, este viernes habrá un encuentro con organismos de derechos humanos y también con familiares de Pablo Grillo, el fotógrafo herido en la reciente manifestación frente al Congreso.

La CGT fundamentó la convocatoria en una serie de reclamos al Gobierno nacional. Entre ellos, la exigencia de paritarias libres, un aumento para los jubilados y el respaldo al debate legislativo sobre el bono de $760.000 para ese sector. También demandan la reactivación de la obra pública y la actualización de las asignaciones familiares.

“El objetivo es claro: defender los derechos de los trabajadores y de los sectores más golpeados por la crisis. No podemos permitir que se siga afectando el poder adquisitivo sin respuestas concretas”, afirmó Daer, acompañado por Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) y Octavio Argüello (Camioneros).

El paro contará con el respaldo de los principales sindicatos del transporte, lo que garantiza un fuerte impacto en la vida cotidiana de los argentinos. Omar Maturano (La Fraternidad), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Roberto Fernández (UTA) se sumaron a la medida, lo que implica que no habrá trenes ni colectivos en el AMBA. Lo mismo ocurrirá con los subtes de la Ciudad de Buenos Aires, ya que los metrodelegados también confirmaron su adhesión.

Además de la CGT, se plegarán las dos CTA, los sindicatos vinculados al kirchnerismo (como SMATA y La Bancaria) y la UTEP, el espacio de los trabajadores de la economía popular.

Este será el tercer paro general durante la gestión de Javier Milei, lo que marca un quiebre en la relación entre la CGT y el oficialismo. En un intento por frenar la protesta, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, mantuvo contactos con los líderes sindicales, pero la negociación no prosperó.

Desde el Gobierno, el vocero presidencial, Manuel Adorni, criticó la medida y la calificó como un intento de “dañar a la gestión”. “No hay motivos para un paro cuando el país está saliendo del desastre heredado”, sostuvo en conferencia de prensa, agregando que “la CGT estuvo dormida cuatro años y ahora despertó de golpe”.

Lejos de retroceder, la CGT ya planifica una nueva movilización para el 1º de mayo, en el Día del Trabajador, lo que marca un mes de alta conflictividad social y sindical.

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