El Gobierno de Estados Unidos oficializó este lunes la incorporación del Cartel de los Soles —la estructura criminal que, según Washington, opera bajo el mando directo de Nicolás Maduro y su círculo de poder— en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO).
La medida representa un golpe político y judicial sin precedentes para el régimen venezolano, ya cuestionado a nivel global por violaciones de derechos humanos, corrupción sistemática y vínculos con el narcotráfico.
¿Qué implica esta designación?
La categoría FTO no es simbólica: otorga a Estados Unidos herramientas legales mucho más agresivas. Entre ellas:
- Congelamiento de activos en cualquier jurisdicción asociada a Washington.
- Sanciones penales a empresas, individuos o gobiernos que colaboren —aunque sea indirectamente— con el cartel.
- Bloqueo financiero ampliado sobre toda estructura económica vinculada al régimen.
- Cooperación internacional reforzada para detener a funcionarios, militares o testaferros involucrados.
El secretario de Estado, Marco Rubio, fue categórico:
“El Cartel de los Soles es responsable de violencia terrorista en todo el hemisferio”.
Para Estados Unidos, Maduro no es solo un dictador: es el jefe de una organización criminal transnacional dedicada al narcotráfico, al lavado de dinero y a la desestabilización regional.
La dictadura chavista, como siempre, negó las acusaciones.
Qué cambia desde ahora
Si bien el régimen ya enfrentaba un embargo petrolero, juicios por narcotráfico y bloqueos financieros, la clasificación como organización terrorista abre un abanico legal mucho más severo:
- Cualquier banco, empresa o persona que realice operaciones con el régimen podrá ser procesado bajo leyes antiterroristas estadounidenses.
- Aliados políticos y económicos de Maduro —desde gobiernos hasta empresarios— quedan bajo riesgo penal directo.
- La administración norteamericana amplía sus posibilidades de acciones puntuales sobre infraestructuras o activos del cartel, especialmente en áreas no urbanas.
Analistas internacionales coinciden: esta medida eleva al máximo la presión sobre Caracas y deja la puerta abierta a escenarios más duros en el plano militar o diplomático.
Una región bajo vigilancia militar
La decisión se tomó en un contexto de fuerte presencia estadounidense en el Caribe.
El portaviones USS Gerald R. Ford, la nave más grande de la flota, lidera una operación que incluye:
- más de 10 barcos de apoyo
- aviones de combate
- 12.000 efectivos desplegados
Desde septiembre, las fuerzas estadounidenses hundieron 21 embarcaciones sospechosas y se registraron más de 80 muertes vinculadas a operaciones contra el narcotráfico.
El objetivo de fondo es claro: asfixiar económicamente al régimen, que depende de exportaciones reducidas y de circuitos irregulares para sobrevivir a la crisis interna.
Impacto político: un régimen cada vez más aislado
Maduro aseguró que “no se dejará intimidar”, aunque su margen internacional es cada vez menor. Estados Unidos incrementó la recompensa por su captura a 50 millones de dólares, y las sanciones ya afectan a altos mandos militares, ministros, empresarios ligados al poder y redes financieras clandestinas.
Expertos en política internacional destacan que este nuevo estatus:
- debilita el apoyo internacional que aún conserva Maduro
- dificulta cualquier negociación mientras no haya señales de apertura democrática
- aumenta el costo político y económico para países o empresas que busquen acuerdos comerciales con Caracas
En términos prácticos, la medida refuerza la vigilancia global sobre las operaciones financieras del régimen, sus envíos de petróleo y las rutas del narcotráfico que atraviesan el Caribe y Centroamérica.
¿Qué puede venir?
La inclusión en la lista FTO no implica una intervención militar, pero coloca al régimen venezolano al mismo nivel jurídico que grupos como ISIS, Hezbollah o Al Qaeda.
Estados Unidos ahora puede:
- bloquear propiedades y cuentas asociadas al régimen y al cartel
- coordinar acciones con países aliados para capturar involucrados
- endurecer sanciones petroleras
- limitar aún más la entrada de divisas a Venezuela
Mientras tanto, el cerco internacional sobre Maduro vuelve a apretarse, y el trasfondo narco del régimen queda más expuesto que nunca ante la comunidad internacional.
