Historias ferroviarias: “Ferrocarril de trocha métrica Córdoba-Rosario-Buenos Aires”

Nuestro colaborador y vecino matheuense Abel Fernández nos trae otro interesante relato de la historia de los ferrocarriles de nuestro país.


En el año 1887, una compañía de capitales británicos representada por Santiago Temple propuso a los gobernadores de Córdoba y Santa Fé instalar un ferrocarril de trocha angosta que uniría ambas ciudades pasando por San Francisco en el límite de estas dos provincias unos kilómetros más al norte de la línea del FCCA. En 1891 se completó el primer tramo a Sastre en marzo y en septiembre hasta Rosario, más un tramo de San Francisco a Rafaela.

En 1901 el Gobierno autorizó a esta misma compañía a extender la línea hasta el Puerto de Buenos Aires, y en 1906 se inauguró el primer tramo hasta Santa Lucía, Partido de San Pedro, y en 1909 hasta Villa Adelina, al oeste de San Isidro. El nombre se instituyó a pedido del gerente, para homenajear a su nieta Adelina Munro Drysdale. En este tramo quedaron habilitadas las estaciones Villa Rosa, Del Viso, Los Polvorines y Don Torcuato.

Se prosiguió luego para llegar a la avenida Maipú, que para sortearla se construyó un puente de quince metros de ancho, al que se denominó Puente Saavedra. En este último tramo también quedaron habilitadas las estaciones Carapachay, Florida y Juan B. Justo, pero a esta última se le cambió el nombre por Padilla, pues en las cercanías estaba la estación de igual nombre del FC Buenos Aires al Pacífico, en su ramal al Delta.

Continuó el tendido para pasar sobre el Central de Buenos Aires en su ramal a Tigre en las cercanías de la ahora estación Rivadavia, para llegar finalmente a Retiro en 1912, donde se construyó una linda estación al costado derecho de la del mismo nombre del FCCA.

Posteriormente se habilitaron varias estaciones entre Retiro y Villa Rosa, con su servicio urbano que se presta con locomotoras diésel eléctricas, todo en rojo, y plataformas elevadas al nivel del piso del tren, y con una interesante regularidad. En cuanto al puente sobre la avenida Maipú, fue reemplazado por una estación subterránea llamada Aristóbulo del Valle, en homenaje a un antiguo gerente de la línea.

Abel Fernández

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